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La educación física en la escuela
Artículo de opinión
Por un lado, el sedentarismo que, contranatura, "practican? nuestros infantes. Sus causas variadas pero todas ellas solucionables: la falta de espacios abiertos en las ciudades, el exceso de horas frente al televisor, ordenador, gameboy, un excesivo proteccionismo de los padres, etc...
Por otro lado, unos hábitos alimentarios poco saludables, caracterizados por la ingesta de una alimentación excesiva en kilocalorías y desproporcionada en cuanto a los porcentajes de principios inmediatos, con un aumento considerable de los lípidos saturados y los carbohidratos simples, abusando, además, del formato de alimentos precocinados e industriales.
La situación actual resulta especialmente dramática, por la población afectada y por sus consecuencias, sin embargo, contraviniendo las leyes más básicas de la lógica filosófica y matemática, en los últimos años los planes educativos han ido recortando las horas de la asignatura de Educación Física en nuestras escuelas e institutos.
Como profesional de la Educación Física me gustaría presentar una serie de argumentaciones en contra de la reducción horaria en esta materia, y a favor de su ampliación.
Consecuencias del sedentarismo
- El sedentarismo no solo favorece la aparición de la obesidad infantil, sino que conlleva la aparición de signos y síndromes antes reservados exclusivamente a la población adulta, léase, hipertensión arterial, hipertrigliceridemia, hipercolesterolemia o diabetes tipo II, entre otros.
- La OMS estima que hacia el año 2020 un 70% de todas las enfermedades serán debidas al estilo de vida y muy concretamente al sendentarismo.
- La obesidad no solo conlleva trastornos físicos y fisiológicos, sino que puede propiciar la aparición de importantes alteraciones psíquicas como disfunciones alimentarias o depresiones.
- La obesidad infantil provoca retraimiento social, que a su vez favorece el aislamiento y el individualismo, entrando en un círculo difícil de romper.
- El escandaloso aumento, en cantidad y calidad, de la violencia en nuestras aulas, es un fiel reflejo de la sociedad en que vivimos y de sus patrones de funcionamiento: stress, individualismo, reproducción de estereotipos aprendidos a través de los medios de comunicación, falta de trasmisión de valores cooperativos, ausencia de mecanismos de canalización de la agresividad,.....etc.
Consecuencias de la práctica física y deportiva
Como docente, soy consciente de la incidencia de nuestro trabajo en la vida de nuestro alumnado y considerando que los primeros años de vida son fundamentales para la adopción e integración de hábitos de vida, pienso que debería ser una prioridad intentar que éstos sean lo más saludables posible desde un punto de visto biopsicosocial.
Por todo ello como profesional de la Educación Física considero que:
- El periodo escolar es el idóneo para crear en nuestros niños y niñas el hábito de la práctica física. Es fundamental conseguir en estas edades la adherencia a algún tipo de actividad física, tenga tintes competitivos o sencillamente lúdico-recreativos. Obviamente esta adherencia solo se alcanzará si las sesiones tienen una periodicidad alta, que no debería ser inferior a las tres sesiones semanales.
- Otro factor importante es la calidad de la actividad, para ello la asignatura de Educación Física, por su idiosincrasia, debería ser impartida por los profesionales pertinentes.
- La actividad física favorece la liberación de endorfinas y encefalinas, hormonas que provocan sensaciones de bienestar, y que actúan como un feedback positivo consolidando la adherencia a la actividad física y propiciando un estado de optimismo y felicidad.
- La práctica regular de actividad física conlleva la adquisición de hábitos higiénicos saludables, por eso es importante que desde la edad escolar se haga hincapié en la necesidad de utilizar una ropa y un calzado acorde a la práctica, que debe ser usado en el momento de la práctica e incidir en la necesidad de una higiene posterior a la práctica deportiva, por salud y compañerismo.
- Así mismo, practicar ejercicio con regularidad evita la adquisición de hábitos tan perniciosos como el tabaquismo, que cada vez, a edades más tempranas, se instaura entre púberes y adolescentes.
- El alumnado con el actual horario escolar pasa demasiadas horas inmóvil, sentado en una silla sin poder expresarse corporalmente teniendo que reprimir su natural necesidad de movimiento, lo que provoca desazón e inquietud que muchas veces se traduce en falta de atención y disciplina. Una práctica diaria de ejercicio físico podría, probablemente, solucionar este problema generalizado.
- Además, la práctica física, principalmente de alta intensidad, se convierte en un excelente método de canalización de la agresividad. El movimiento, los ejercicios físicos, la práctica deportiva consiguen que la agresividad se pueda transformar en una actividad constructiva, en vez de convertirse en violencia incontrolada y extremadamente peligrosa.
- Los deportes y la actividad física en general favorecen las actitudes de cooperación, colaboración y respeto a los compañeros, incluso, como es el caso de las artes marciales, al oponente, que es tu rival, pero a la vez una parte necesaria de tu aprendizaje. Toda moneda tiene dos caras, pero por ello, insisto, la práctica deportiva debe ser dirigida por un profesional con conocimientos propios de la materia y con conocimientos pedagógicos que fomenten esta perspectiva de la actividad física.
- La noción de "juego limpio? (fair play) debería primar en nuestro sistema educativo y la Educación Física es probablemente la principal herramienta para conseguirlo.
- El ejercicio físico produce una cantidad de consecuencias físicas y fisiológicas imposibles de ignorar: tonificación muscular, reducción del compartimento lipídico, favorecedor del crecimiento, mejora del funcionamiento metabólico general, consecución de óptimos valores cardiocirculatorios, desarrollo de la capacidad ventilatoria, normalidad de los parámetros sanguíneos, regulación de los ciclos circadianos, prevención de múltiples patologías, algunas de especial relevancia como el cáncer de mama, útero o colón.....etc.
- Además, como se ha comentado con anterioridad, la práctica de ejercicio físico afecta al estado de ánimo, provocando en los niños y niñas un carácter más abierto y afable, lo que predispone al trabajo en equipo y mejora la sociabilidad y socialización, disminuyendo por tanto las conductas antisociales.
Mens sana in corpore sano
Por todo lo expuesto anteriormente, creo que combatir el sedentarismo mediante la practica deportiva y conseguir la adherencia a los programas de actividad física debería convertirse en un objetivo prioritario de todo sistema educativo, tanto en educación primaria como secundaria.
El reparto horario es un asunto delicado, pero estoy totalmente convencida de que debemos acabar con el san benito que ha acompañado siempre a la Educación Física como de asignatura "maria?, y darle el importante papel que le corresponde.
Se han expuesto argumentos a favor de la actividad física desde un punto de vista físico, psíquico y social, pero incluso podrían darse argumentos de tipo económico pues es lógico deducir que los sistemas públicos de salud podrían experimentar un considerable ahorro teniendo como usuarios a una población saludable. Quizá, bajo esta argumentación, los gobiernos se molestarían en establecer e implementar unas políticas amplias, favorecedoras de la práctica de la actividad física, en vez de elaborar bonitos discursos y a la vez recortar las horas de práctica física y deportiva en el ámbito educativo.
Personalmente opino que el resultado del informe PISA es un claro indicativo de que algo en nuestra sociedad no funciona, y la escuela no va a poder por si sola solucionarlo. No podemos abordar un problema global con una solución parcial, o podemos intentarlo, pero estaremos abocados al fracaso.
Sin embargo sí podemos abordar un problema puntual de salud pública como es la obesidad/sobrepeso, eliminando uno de sus principales factores causantes: el sedentarismo, por medio de la práctica física, máxime teniendo en cuenta la cantidad de aspectos beneficiosos que dicha práctica conlleva y el reducido o nulo coste que supone su aplicación.
Es por ello que animo a todos y todas las profesionales no solo de la Educación Física, sino de la Educación en general a posicionarse a favor de la implementación de unas políticas que primen algo tan básico y fundamental como la práctica de la actividad física, porque con un alumnado sano, más sociable, más centrado y más participativo todos y todas salimos ganando y ese papel, estoy plenamente convencida que debe jugarlo una Educación Física de calidad, con una periodicidad que, a mi entender, debería ser de una hora diaria los cinco días de la semana.
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