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Aprender a pensar desde el cuerpo
Artículo de opinión
El cuerpo podemos concebirlo como el referente fundamental de la cultura. Es a la vez un instrumento de liberalización de la espontaneidad individual que establece la necesaria condición para lograr el equilibrio psicológico y moral.
Desde una perspectiva técnica, basada tanto en los estudios de la neurofisiología como en la moderna perspectiva de la neurociencia, se acepta que no puede haber un pensamiento o sentimiento que no esté apoyado en una estructura física. De hecho, tanto el cerebro sensorial como el cerebro motor, se hacen y se transforman con la experiencia a lo largo de toda nuestra vida. Nuestra salud mental, el ser capaces de interpretar el mundo de las cosas y a los demás correctamente, está condicionado a un constante contacto con la realidad perceptiva del mundo y de los otros. Como dice el científico F. Mora "mi cerebro interactúa con el mundo a través de mi cuerpo”.
La representación de nuestro cuerpo, necesaria para la relación con el entorno está basada en tres sistemas independientes: La conciencia de nuestro cuerpo (límites y disposición del mismo); el conocimiento general de nuestro cuerpo y sus partes (léxico, semántico, distribución espacial...); la información que poseemos sobre su configuración (espacio corporal, espacio de apreciamiento y de acción).
La relación cuerpo-cerebro-mente-medio ambiente, representa un flujo de información constante. Los cambios en el mundo sensorial que nos rodea, así como en nuestro cuerpo, son la base del aprendizaje y de la memoria.
Estos fundamentos permiten ampliar el campo de la E.F. tanto en una educación corporal o motriz, la educación del movimiento o de las conductas motrices, contribuir a los procesos de intelectualización; su contribución en la transmisión de valores y técnicas; facilitar las relaciones sociales del cuerpo; e incluso ser precursora de los aprendizajes escolares de carácter instrumental.
Dentro del contenido de esta exposición, entendemos que la Educación Física como lenguaje corporal, se encarga de las manifestaciones verbales y no verbales como instrumentos simbólicos cargados de sentidos y significados.
En una necesaria abstracción nos ocuparíamos de los signos corporales, los gestos, las relaciones intergrupales, las actitudes, las relaciones temporales y espaciales, de los roles de cada sujeto.
Desde una perspectiva educativa y metodológica la educación física cumple en los centros una importantísima función: A través de la actividad motriz motivadora atrae la atención del alumno, suscita su interés, despierta en él un deseo que provoca y genera el aprendizaje.
A través de la actividad física, mediante las distintas experiencias, los alumnos aprenden a vivir; a conocerse a sí mismo y a su entorno, a respetarse; aprenden a sentir y verbalizar sus experiencias; aprenden a tener un espíritu emprendedor; y todo ello dentro de un contexto de progresiva autonomía del alumno en un clima de libertad, que facilita su maduración corporal y mental.
El constructo de una acción educativa
Ante toda práctica pedagógica lo primero que tenemos que tener en cuenta es la concepción que posee el docente de la educación, eje fundamental de su acción y que vertebrará con su desarrollo la práctica docente.
Entendemos, por tanto, la educación como "el conocimiento y desarrollo de los procesos de comunicación que faciliten al alumno tomar decisiones, después de una reflexión sobre la información recibida, que les permita tener propuestas propias e incluso creativas” . En el caso de la E.F. es a través del cuerpo como se realiza este proceso.
La puesta en práctica de esta concepción educativa lleva implícita dos conceptos fundamentales:
1.- La globalidad. Entendida como la interdependencia de los fenómenos entre sí y la interdependencia entre los fenómenos y el sujeto que los contempla.
2.- La participación. Sólo mediante la experiencia personal el individuo interioriza-exterioriza sus sensaciones, percepciones... y se siente parte activa del mundo en que vive.
Bajo esta enfoque, no hay que olvidar el papel destacado que juegan en el quehacer diario las emociones.
Los programas de enseñar a pensar
Los programas de enseñar a pensar son alternativas de carácter instructivo a los clásicos procesos de enseñar. Se aplican bien de apoyo en las distintas áreas ó bien de forma específica para ser aplicados posteriormente. El objetivo que pretenden es dotar al individuo de habilidades que le permitan aprender continuamente (no solo habilidades para el estudio).
Parten del hecho de que el pensamiento es una actividad natural que se emplea para resolver los problemas, pero a veces y en determinadas ocasiones, se carecen de recursos para solucionar bien temas generales o específicos, lo que requiere adquirir determinadas prácticas o métodos de trabajo que le faciliten su resolución.
Recogemos el pensamiento de Morín a la hora de enfrentarnos al alumno con la humildad que debe aportar considerar que "el pensamiento complejo está animado por una tensión permanente entre la aspiración a un saber no parcelado, no dividido, no reduccionista, y el reconocimiento a lo inacabado e incompleto de todo conocimiento” y que el alumno asuma sus propias limitaciones como individuo y como persona. Esto implica hacerle ver que toda información es un punto de partida..
Las tendencias en la enseñanza del pensamiento las podemos sintetizar en tres líneas diferenciadas:
- Aquellas que entienden que los que hay que hacer es cambiar los estilos pedagógicos. Por lo tanto se deben reestructurar los objetivos y los métodos de trabajo. El docente es mediador de la experiencia y el educando es parte activa del proceso.
- Evaluación del pensamiento crítico. Lo que pretende es la búsqueda de la forma de probar el razonamiento, no los hechos ni la memoria: Los estudiantes son implicados en la determinación de objetivos, estableciendo criterios de éxito y autoevaluación. Se utilizan técnicas de pensamiento de alto nivel: formulación, análisis, reflexión.
- Se destaca el importante papel de las actitudes y la motivación. Se investiga sobre el conocimiento del pensamiento (metacognición). Se potencia la capacidad y el deseo de utilizarlo. Es un aprendizaje de tipo cooperativo.
La reflexión sobre el enfoque de estos métodos de trabajo la realiza Lipman (1984) cuando dice: "La educación no es solo una cuestión de técnicas de pensamiento, sino también de la calidad del pensamiento y el vínculo existente entre pensamiento y acción "correcta”.
Los instrumentos que se utilizan son herramientas para aprender a aprender. El objetivo es el desarrollo de procesos mentales más avanzados. Se reconoce que es más importante aumentar la capacidad de pensar antes que enseñar información.
Desarrollamos nuestra acción educativa de acuerdo con el informe Delors. Este se basa en los cuatro pilares:
- APRENDER A PENSAR
- APRENDER A CONVIVIR
- ENSEÑAR A HACER
- ENSEÑAR A SER
- De modo sintético nuestra perspectiva del área de Educación Física persigue las siguientes finalidades:
- Aprender a pensar: Facilitar que, mediante las experiencias vividas, el alumno adquiera prácticas y métodos de trabajo que le faciliten su resolución.
- Aprender a Comunicar: Que la adquisición de lenguajes y símbolos contribuyan a facilitar una comunicación más comprensiva y eficaz.
- Aprender a hacer: asegurar la implantación de unos conocimientos teórico - prácticos relativos al cuerpo y al movimiento; garantizando un conjunto de experiencias que ofrezcan al individuo contenidos estimulantes para el desarrollo de sus capacidades.
- Aprender a convivir: Facilitar hábitos y funcionamientos de convivencia social; definiendo estrategias adecuadas para cada situación; así como, las bases de planteamientos ideológicos personales como referencia frente al mundo.
- Aprender a ser. Posibilitar que el alumno llegue a conocerse y SER UNO MISMO.
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LECTURA: I.E. Inteligencia emocional. E.P: Enseñar a pensar. A.A.: Aprender a aprender. A.V.: Aprender a vivir. H.S: Habilidades sociales. H.M: Habilidades motrices. A.E.: Aprender a emprender.
La formación del profesor
El profesor, entendido como educador, necesita unas características determinadas para llevar a cabo su labor. Debe ser un pensador abierto, tanto para hacer, como para recibir nuevas propuestas. Debe estar abierto a recibir preguntas y saber enfocar el tipo de contestación para que sea lo más constructiva posible. Ser capaz de integrar vivencias más o menos complejas y abstractas y facilitar su transmisión. De vivenciar y experimentar.
Debe ser capaz igualmente de vivir la libertad, la libertad de los otros. Ser estratega, saber esperar y diseñar la acción de un futuro tanto próximo como lejano...
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