Cualquier estrategia tiene una misión que cumplir. Cualquier táctica, si no parte de una estrategia predefinida, será inocua.Señalo esto porqué, como sucedería en el campo científico, empresarial, deportivo o militar, sin una misión concreta y bien definida, las estrategias y las tácticas no funcionan adecuadamente.
Se pueden realizar hallazgos científico-empíricos por casualidad. Se puede cerrar un trato comercial puntualmente. Su pueden ganar partidos de fútbol y batallas concretas. Pero no avanzaremos científicamente de forma constante, ni un equipo ganará una liga o un ejército una guerra sin una misión y una estrategia prediseñada.
Si además el campo de análisis y de actuación es complejo, la necesidad de estrategia es superior.
No es lo mismo aplicar una metodología repetitiva para un objeto de investigación homogéneo que innovar en un entorno nuevo y heterogéneo para el investigador. Para una empresa no es el mismo reto aumentar las ventas en un mercado conocido que ampliar negocio en un mercado internacional desconocido y plural. Para un equipo de fútbol, por muy difícil que sean los competidores de la liga nacional, siempre puede ser más complicado un partido contra un adversario nuevo de un país lejano y sin experiencia anterior. Lo mismo vale para un ejército militar.
Tener una misión y una estrategia son, por lo tanto, deberes indispensables, antes de lanzarse a investigar, crear una empresa o un equipo de fútbol y luchar contra un enemigo. Si el "terreno de juego” es nuevo, diverso y heterogéneo, aún, más.
Por eso, en el ámbito educativo, para gestionar la diversidad es indispensable aclarar la misión a la que un docente o un centro se enfrentan. ¿Es una misión imposible o hay posibilidades de éxito?
Si la misión es posible ¿Con qué recursos humanos disponemos? ¿Cual es la mejor estrategia para conseguir el objetivo? ¿Con qué instrumentos se cuenta? ¿Como nos vamos a organizar? ¿Calendario? Etc…
Si la misión es imposible, hay que señalarlo a quien sea el responsable del "encargo”. Ser prudentes en el momento de redefinir los objetivos y valientes en el momento de implementarlos.
Pero como en cualquier investigación científica, desarrollo empresarial, partido de fútbol y batalla, al final, sin una actitud adecuada, constante y tenaz, no hay éxito.
El estudio o trabajo personal requieren actitud de constancia y tenacidad, pero también la fijación de unos objetivos concretos y asumibles y la disposición de una estrategia y unas técnicas y apoyos adecuados.
Enric Renau
Editor
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