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Apostar por la formación e-learning: entre la utopía y la realidad

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María Amparo Calatayud Salom. Doctora en Filosofía y Ciencias de la Educación y Profesora del Dpto. de Didáctica y Organización Escolar de la Universitat de València
1. Introducción

Vivimos momentos de cambios vertiginosos promovidos por el avance incesante de las nuevas tecnologías, por las telecomunicaciones, por las demandas sociales y laborales, por los avances científicos, etc. que reclaman una mejor y mayor formación del profesor, del pedagogo, etc. para ejercer la profesión y responder a los retos que plantea la sociedad.

A nadie se le escapa que la postmodernidad condiciona todos los ámbitos de la actividad humana así como también, la educación y la formación del profesorado. Como plantea Montero (1996), estamos asistiendo a una situación en la que cada vez se le reclama al profesorado que esté preparado para afrontar cuestiones diferentes de las relacionadas con el "dar clase", por ejemplo, tareas de gestión, de organización, de atención a la diversidad, multiculturalidad, etc. Es por ello que, a medida que pasa el tiempo y en función de una cultura más cambiante y compleja "el trabajo de los profesores no sólo no se simplifica sino que se intensifica", de ahí que sea necesario el buscar otras modalidades de formación alternativas a la formación presencial: la formación e-learning que permite la creación de entornos virtuales que terminan con el aislamiento del profesor en la formación a distancia.

Como señala Marcelo (2001), se está demandando un docente como "trabajador del conocimiento, diseñador de ambientes de aprendizaje, con capacidad para rentabilizar los diferentes espacios o escenarios donde se produce el conocimiento” (pág. 22). Ahora bien, esta forma determinada de entender el rol docente pasa inevitablemente por tratar de hacer patente y creerse la funcionalidad y el valor de las tecnologías para la educación. ¿Y que mejor medio para apostar por las nuevas tecnologías que formarse a través de ellas?

2. ¿Por qué el docente no se forma a través del e-learning? Algunos indicios

A lo largo de mis años como asesora de formación del profesorado no universitario en uno de los Centros de Formación, Innovación y Recursos Educativos de la Comunidad Valenciana (CEFIRE) he constatado algunas de las razones más usuales que indican los profesores para no decantarse por la formación e-learning:

1) Existe por parte del profesorado un miedo a lo desconocido. Se trata de una modalidad que no es conocida por el docente en determinados aspectos tan cruciales como por ejemplo: ¿cómo se aprende a través de esta modalidad?, ¿qué se debe de saber en relación a ella?, etc. Se oye hablar de ella pero se desconoce la idiosincrasia, las particularidades de la misma.

2) Existe la creencia de que este tipo de modalidad no presenta el mismo reconocimiento a efectos de trienios, sexenios, etc. que la formación presencial. Creencia errónea pero que existe por una falta de información, etc. Creemos que este tipo de formación ha de ser complementaria a la presencial.

3) Quizás una de las razones más determinantes para no acceder a este tipo de formación sea que el profesorado carece de conocimientos y habilidades informáticas para poder formarse a través del e-learning. Una prueba evidente de lo que afirmamos se manifiesta en una de nuestras recientes investigaciones en la que los resultados obtenidos con una muestra de 1207 profesores de Educación Secundaria de la Comunidad Valenciana sobre las principales demandas formativas que presentan los profesionales de la educación, indican que una de las más destacada, en un 80%, es la formación en el uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

Indudablemente para el profesorado la formación e-learning presenta un gran interés aunque avance a un ritmo lento, debido, especialmente, a barreras sociales, culturales, etc. pero, sobre todo, a barreras tecnológicas e informáticas.

3. Algunas consideraciones finales

El e-learning como modalidad formativa impartida a distancia, que incorpora las nuevas tecnologías de la información y las telecomunicaciones (TIC) como materiales de autoestudio es sumamente necesaria en los momentos actuales, marcados por la complejidad y por la rapidez con la que evolucionan los conocimientos. Además, una de las virtualidades más trascendentes de este tipo de modalidad es que a la interactividad típicamente vertical profesor-alumno introduce la interactividad horizontal: discente-discente, así como también la posibilidad de lograr un aprendizaje colaborativo. (Carretero, 2005; Bou Bauza y otros, 2003).

Hoy por hoy las nuevas tecnologías nos ofrecen la oportunidad de establecer conexiones, vínculos entre los profesores que favorecen la coordinación bien sean de propuestas curriculares, organizativas u otras, facilitando mecanismos de interacción y de ayuda para resolver problemas cotidianos que se presentan en los centros, compartiendo cómo los demás docentes han resuelto dichos problemas. Apostar por el e-learning es apostar por el progreso, la innovación y por una formación de calidad adaptada a las necesidades, intereses y disponibilidades de los profesionales de la educación.

Referencias bibliográficas

- BOU BAZA, G y otros (2003). E-learning. Madrid. Anaya.

- CARRETERO, M.A. (2005). Idoneidad de la modalidad formativa del e- learning en la formación continua. Actas IV Congreso de Formación para el Trabajo. Barcelona. UAB.

- MARCELO, C. (2001). La función docente. Madrid. Síntesis.

- MONTERO, L. (1996). "Claves para la renovación pedagógica de un modelo de formación del profesorado”. En: AA. VV Evaluación de experiencias y tendencias en la Formación del Profesorado. Bilbao. Universidad de Barcelona.
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