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La formación de postgrado, instrumento para la formación continua
Artículo de opinión
Se ha convertido casi en un tópico la idea de que, en el contexto actual, las carreras universitarias resultan insuficientes para adaptarse a las nuevas demandas que presenta el mercado laboral. Sin embargo, esta idea, aunque algo manida, es absolutamente cierta. Cinco años de estudios no preparan para el resto de la vida profesional sino que es necesario -y en los últimos años más todavía- mantener un continuo reciclaje formativo para dar respuesta a las necesidades de cada momento. Son frecuentes los cambios y novedades en todos los campos profesionales y, muy especialmente, en algunos como la medicina, la abogacía o la informática.
La solución a estas necesidades viene de la mano de la formación de postgrado que, con mayor o menor duración, permite que los profesionales conozcan las novedades de su sector o de su ámbito de trabajo. Por tanto, la formación de postgrado juega un papel primordial ya que da una respuesta ágil e inmediata a las necesidades del mercado actual. Algo que, obviamente, resulta mucho más sencillo desde la formación de postgrado, mucho más flexible y versátil que los estudios de grado, más orientados a ofrecer un aprendizaje y una formación básica y generalista.
En la Universitat de València se ofertan cerca de 300 cursos cada año -entre certificados, diplomas y másters- de todas las áreas de conocimiento que van dirigidos tanto a recién licenciados y, especialmente, a profesionales en activo.
La Universidad de Valencia confía la gestión de su oferta de cursos de postgrado y de especialización a su Fundación Universidad-Empresa, entidad dedicada desde hace casi veinte años a potenciar las relaciones entre el ámbito universitario y el socioeconómico. Gracias a su papel de interface, la Fundación actúa como excelente centro de gestión de esta oferta, en la medida en que cuenta con la estrecha colaboración tanto de la Universidad como de empresas de carácter público y privado.
Estos cursos permiten, gracias a su horario, compatibilizar trabajo y formación. Además, cada vez son más los cursos a distancia y a través de Internet que añaden, a la flexibilidad horaria, la flexibilidad espacial. La Universidad de Valencia, a través del Aula Virtual de su Fundación Universidad-Empresa, apuesta cada vez con más fuerza por el uso de las nuevas tecnologías como vía de educación y transmisión de conocimientos y ofrece la posibilidad de realizar cursos íntegramente on line, especialmente interesantes para facilitar la especialización de los trabajadores, de directivos y de empresarios con escaso tiempo para desplazarse físicamente a las aulas y con necesidades formativas muy específicas.
Por otra parte, no podemos olvidar que, en la actualidad, las universidades españolas se enfrentan a una de sus transformaciones y debates más importantes. Transformaciones que vienen marcadas por la tantas veces mencionada construcción del Espacio Europeo de Educación Superior, que promueve la homologación y la comparabilidad de los estudios universitarios para lograr una Europa más flexible y con mayor movilidad e integración.
En este nuevo contexto europeo, se pone el acento especialmente en la especialización y en la formación orientada al mercado de trabajo. De ahí que, en esta nueva realidad, cobre especial importancia la formación de postgrado, como un vehículo para adaptar los conocimientos de carácter general adquiridos en las universidades a las necesidades concretas del mercado.
Por este motivo, es un objetivo clave de la Universitat de València, continuar apostando por la formación de postgrado como herramienta de profesionalización y reciclaje.
Además, con el objetivo de reforzar aún más la empleabilidad de nuestros postgraduados, la Fundación Universidad-Empresa de Valencia dispone, desde hace un año, de una Asociación de Antiguos Alumnos de Postgrado -cada vez más potente y con más servicios y cuya inscripción es gratuita- y de una Bolsa de Empleo en la que se reciben ofertas para más de un millar de puestos de trabajo al año por parte de empresas, despachos profesionales y entidades públicas y privadas. En cualquier caso, es muy destacable el elevadísimo número de trabajadores en activo entre los estudiantes de postgrado. Ésta es la mejor prueba de que, ya a día de hoy, la formación de postgrado que ofrecen las universidades es un modelo de formación continua.
En conclusión, cada vez más, la sociedad y el entorno socioeconómico valoran a la universidad como institución generadora de conocimiento no sólo durante el grado o titulaciones tradicionales sino también durante el postgrado.
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