La formación continua constituye una respuesta inteligente a un mundo cambiante. Los profesionales deben poseer, para el ejercicio de sus responsabilidades, una base sólida en su preparación y herramientas de búsqueda que les permitan situarse ante los retos cotidianos. Esta formación básica de la universidad se regula por ciclos: graduado, máster oficial y doctorado, según la nueva nomenclatura de Bolonia que establece el actual Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). Pero la vida continúa, aparecen nuevos problemas y se requiere afinar la preparación con modernos recursos y planteamientos. En este contexto, los centros de formación, especialmente las universidades, están atentos a las nuevas demandas y, para atenderlas, programan la formación de postgrado no oficial o formación continua (long life learning). Los másteres oficiales, que corresponden al segundo ciclo universitario, van dirigidos al doctorado o a la consecución de un grado más en el currículo profesional. Se trata de realizar uno y una sola vez, siempre que se alcancen los 360 ECTS (créditos europeos) que les permitan obtener dicha titulación. Pero la vida sigue, los años pasan y hay que seguir preparándose. En esta perspectiva del tiempo, cuando ya se ha obtenido la titulación universitaria, los nuevos instrumentos se concretan en la formación de postgrado no oficial o formación continua.
Las ofertas son atractivas porque se adaptan a las necesidades del personal y porque, pese a su rigor, gozan de mayor libertad al no tener que sujetarse de forma estricta a las exigencias académicas propias de los ciclos. La libertad facilita que se busquen fórmulas de mejor especialización en la temática, más vinculada a la experiencia profesional que a la abstracción teórica, aunque la mejor práctica sea una buena teoría. Un abanico mayor de destinatarios está en el punto de mira de la oferta y las metodologías son más flexibles. Se busca aumentar las competencias del alumnado que se inscriben en los másteres y postgrados y, a su vez, proporcionarles instrumentos útiles en el ejercicio de su profesión.
Las Escuelas Universitarias de Trabajo Social y Educación Social Pere Tarrés, pertenecientes a la Universidad Ramon Llull, quieren aportar su experiencia, su rigor y la excelencia de su formación al conjunto de la población y, en especial, a aquellas personas que actúan como agentes del cambio social. Su sección de formación continua, renovada de manera espectacular, presenta una oferta especializada para profesionales del tercer sector. Un total de 14 másteres y postgrados en temas de acción social aumentan las posibilidades de los estudiantes en su cualificación profesional y en su inserción en el mundo laboral. Más aún, conscientes de la dificultad que algunos alumnos puedan tener para acudir a las aulas de manera presencial, se ofrecen postgrados a distancia como oferta única en el concierto universitario.
La repetición mecánica de las soluciones del pasado conduce al aburrimiento, a la pérdida del sentido de la propia acción profesional y al desajuste entre necesidad y respuesta. La formación continua introduce nuevos alicientes, proporciona seguridad al reflexionar sobre el ejercicio profesional, dota de instrumentos renovados en la intervención social y sirve en foro para el intercambio de experiencias e inquietudes. Una preparación que, además de beneficiar al propio protagonista de la formación, introduce mejoras sustanciales en los servicios sociales y en las intervenciones educativas.
