Las industrias culturales del siglo XXI demandan profesionales con una rigurosa preparación, capaces de dar respuestas creativas, eficaces y rápidas en un sector cambiante y complejo. No basta con conocer el sector o ser un buen gestor, un directivo de futuro será el que combine ambos aspectos.Según el estudio "Perfil del Gestor Cultural del Siglo XXI”, llevado a cabo por Santillana Formación en 2006, los propios profesionales de la gestión perciben el entorno de la comunicación y la cultura como progresivamente más complejo y que requiere de conocimientos específicos para comprender su funcionamiento.
La existencia en el mercado de programas MBA y máster con especialización da respuesta a esta necesidad de conocimientos de herramientas de dirección referentes a estructuras organizativas y actividades cada vez más peculiares en el mundo de la Comunicación y la Cultura. En parte, también esta oferta de programas puede responder al hecho de que los programas de licenciaturas a veces no son lo suficientemente flexibles, ni cuentan con el número suficiente de créditos en áreas específicas, como para responder a las necesidades del mercado.
En definitiva, las empresas culturales y del ámbito de la comunicación exigen a sus gestores un conocimiento preciso de los distintos sectores además de un manejo eficiente de herramientas para el diseño, dirección y administración de los numerosos recursos desplegados por las industrias culturales, el sector público y la sociedad civil.
Son muy necesarios directivos que impulsen esa confluencia entre cultura, sociedad y economía desde responsabilidades directivas, en las cuales trata de incidir especialmente los programas de posgrado necesariamente ofrecidos por escuelas de negocios especializadas. Estas instituciones, que cuentan con un equipo académico sacado de lo mejor del sector y con títulos reconocidos por las empresas punteras, se encargarán de acompañar e impulsar la carrera profesional de sus alumnos.
