1. El proyecto de movilidad europea Erasmus cumple 20 años. ¿Podría hacernos un balance de esta etapa?La ilusión con la que se puso en marcha el programa en 1987, y que movilizó a unos valientes pero escasos 3.244 estudiantes de la Unión Europea, no era vana. Más de 1.500.000 estudiantes han participado en el programa hasta el curso 2005-2006. Esto es, un conjunto de estudiantes que ha podido conocer una realidad distinta a la propia, un nuevo idioma, una forma distinta de estar en el mundo. Una elite social plenamente comprometida con la construcción europea y con sus valores. Erasmus es, sin duda, uno de los más importantes impulsores de la idea europea, por lo que el balance de su éxito no puede depender únicamente de un análisis estrictamente académico o educativo del programa, sino de su contribución a la construcción de dicha idea, en gran parte realidad.
España es el país que más está contribuyendo al programa en todos los aspectos. Por quinto año consecutivo, el sistema español de educación superior es el que más estudiantes recibe (26.597 en el curso 2005-2006) y el cuarto en recepción de profesores; y ya se ha convertido en el segundo en envío de estudiantes y profesores (22.825 y 2.351, respectivamente), por detrás de Alemania, en términos absolutos. Asimismo, de las 10 instituciones que más estudiantes reciben, ocho son españolas (Universidad de Granada en primer lugar; Universitat de València, en segundo; Universidad Complutense, en tercer lugar; Universitat Politècnica de València, en cuarto, y del sexto al noveno lugar del escalafón, Universitat de Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona, Universidad de Sevilla y Universidad de Salamanca). En cuanto al número de estudiantes enviados, la institución ganadora es la Complutense de Madrid, seguida por las universidades de Bolonia, Granada, Politècnica de València, Universitat de València, Carlos V de Praga, Viena, Autónoma de Madrid, La Sapienza de Roma y Zaragoza. Sin olvidar que la Universidad de Valladolid es la que más profesores envía al programa en toda la Unión Europea.
Es cierto que la ayuda concedida por la Comisión Europea ha sido tradicionalmente escasa; sin embargo, en ningún caso ha impedido el constante crecimiento del número de estudiantes y profesores acogidos al programa Erasmus. El Gobierno, consciente de esta situación, ha incrementado la aportación nacional hasta los 52 millones de euros, lo que representa un 825% de crecimiento respecto del año 2006, claro ejemplo de la importancia concedida a la movilidad estudiantil y a su contribución a la formación de nuestro capital humano.
Así pues, el balance no puede ser más positivo. Aunque el futuro del programa va a ser mucho mejor.
2. ¿De qué forma afectará a la movilidad de estudiantes y profesorado el Espacio Europeo de Educación Superior? ¿Se prevén cambios en los proyectos de movilidad Sócrates y Erasmus?
Sócrates II, que incluía el programa Erasmus, finalizó en diciembre de 2006. La Unión Europea aprobó el nuevo Programa de Aprendizaje Permanente, en el que se incluyen los programas Erasmus, Leonardo da Vinci, Comenius, Grudtvig y Jean Monnet. Las acciones descentralizadas de dichos programas dejarán en breve de ser gestionados en el nivel nacional por tres agencias distintas, para integrarse, sin perder su dependencia funcional de las distintas áreas ministeriales, en el organismo autónomo Programas Educativos Europeos, adscrito a la Secretaría de Estado de Universidades e Investigación. Este cambio organizativo redundará en una mejor gestión de las acciones descentralizadas y en la consecución de mayores sinergias entre los distintos programas.
El proceso de construcción de un Espacio Europeo de Educación Superior afianza más, si cabe, el programa de movilidad Erasmus. Su experiencia, el rigor con el que las universidades y la Agencia Nacional han gestionado sus responsabilidades y la aceptación social del programa son un acervo esencial para que el objetivo del Ministerio de Educación y Ciencia de que el diseño de los títulos de Grado prevea que los estudiantes cursen al menos un semestre en una universidad extranjera se haga realidad.
3. ¿Qué países son los más demandados y cuáles son los destinos emergentes? ¿A qué cree que es debido?
Durante el curso 2005-2006, Italia acogió 5.291 estudiantes españoles, seguida de Francia (3.615), Reino Unido (2.901) y Alemania (2.630). Mientras que Alemania y Francia mantienen un número constante de demandas, Reino Unido las ha ido perdiendo paulatinamente e Italia las ha incrementado de manera muy significativa.
Debido al constante crecimiento de los Erasmus españoles, todos los destinos van creciendo; aunque los que crecen de manera más significativa son los países del este de la Unión Europea, debe advertirse que, en su conjunto, no alcanzan más del 5% del total.
Pensemos que son las universidades las que ofertan destinos en virtud de los convenios de intercambio firmados con otras universidades. Estas se van abriendo a los países recién incorporados a la Unión Europea, por lo que la incorporación de estudiantes a estos destinos será paulatina, tal y como ha ocurrido con los países escandinavos.
4. Recientemente, la prensa ha publicado la noticia de que Erasmus asumirá la movilidad en el ámbito de la Formación Profesional de grado superior y las prácticas en empresas. ¿Cuándo empezará a implantarse esta propuesta? ¿Qué opinión le merece esta iniciativa?
El curso 2007-2008 que la Agencia Nacional ya está empezando a gestionar, tras las convocatorias publicadas en los meses pasados, la formación profesional de grado superior y a las prácticas en empresas en el ámbito de gestión del programa Erasmus. Se trata de una pequeña revolución en el seno del programa, desde el punto de vista cultural. Este año se presenta como un período de transición, en el que todos los agentes implicados deberemos adaptarnos al nuevo modelo. La formación profesional de nivel terciario es, de acuerdo con la Ley Orgánica de Educación, educación superior, por lo que se incluye con plenos derechos en el ámbito del programa Erasmus. Las prácticas en empresas de los estudiantes de centros de formación profesional de grado superior, así como de las universidades y centros de enseñanzas artísticas superiores, tradicionales instituciones de Erasmus, se gestionan desde enero de 2007 a través del programa Erasmus., bien mediante solicitud individual de los centros, bien mediante la figura del consorcio con otras entidades.
A pesar de las dificultades de gestión que ha entrañado para la Agencia Nacional, la incorporación de la formación profesional superior y de las prácticas en empresas es un reto sin precedentes para el programa y para nuestro sistema educativo, que estamos afrontando todos con gran ilusión... y enormes dosis de comprensión mutua, ciertamente.
5. Finalmente, ¿qué consejos le daría a un estudiante que desea solicitar una beca Erasmus?
En primer lugar, y aunque parezca una obviedad, debe acudir al coordinador de su centro para recibir información sobre los requisitos, convocatorias, plazas disponibles, etc., sin perjuicio del recurso siempre abierto de las asociaciones de estudiantes. Existe mucha información disponible en las universidades y otros centros de educación superior o en la Agencia Nacional Española. Pero al margen de la información, el estudiante que desee formar parte de esta generación Erasmus que está cambiando Europa, debe tener voluntad de abrirse al mundo, mejorar su nivel de idiomas si todavía no es lo suficientemente bueno, asumir que será difícil al principio, pero que va a poder vivir una experiencia inolvidable y dejarse llevar por la oportunidad que se la brinda: estudiar y conocer en y desde otra realidad.
