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Marina Filenko. Profesora del departamento de Física de la Universidad de Sonora (México)
Hace cinco años tuve mucha suerte de participar en IV Taller Internacional sobre Enseñanza de la Física y la Química en Matanzas, Cuba. Allí conocí varios compañeros latinoamericanos y cubanos que, igual que yo, sienten la inquietud y problemática en enseñanza de una de las más bellas ciencias de Naturaleza. Desde entonces estaba acariciando una esperanza para realizar mi sueño: estudiar un Doctorado en la enseñanza de la Física, como continuación de la carrera que elegí.

Mi sueño se hizo realidad. Estoy por concluir la investigación y presentar mi trabajo de la tesis como el punto final. Pero de todo esto largo proceso, las relaciones entre mis asesores y tutores, entre mis nuevas amistades y compañeros aprecio más que un trabajo de estudio. Parece que la diversidad de un mismo idioma es enorme y se ajusta al ambiente y con más vivo interés. Las fiestas populares y las tradiciones, las comidas y los bailes típicos, los obsequios artesanales y el aroma de cada lugar y de cada país este son notabilidades más preciosas que guardamos en nuestro corazón.

Según mi experiencia son más ventajas que desventajas al estudiar en el extranjero. El estudio no es sólo calificaciones y conocimientos, son mucho más: son experiencias en tratado de un mismo conocimiento con el ángulo de vista diferente, que depende de las condiciones y del ambiente. Son discusiones entre los compañeros y colegas, donde no importa tu grado académico, lo que importa es tu idea central y como tu estas defendiendo. De estas discusiones puedes recopilar enorme sabiduría y temas para tus futuras investigaciones y pensamientos.

Claro que no siempre te acompañan los aspectos positivos, también hay su lado opuesto - los aspectos negativos -; es como los extremos de un mismo palo. Nuestros costumbres nos atan y nos limitan es lo natural en los humanos. Pocas personas en el mundo pueden aceptar tantas diferencias que nos rodean y sobrevivir con plena paz. La mayoría de nosotros juzgamos y comparamos demasiado, por eso nosotros mismos provocamos los problemas que nos envuelven. Tenemos que convivir con nuestro yo y con el mundo exterior.

Quisiera recomendar que, si hay oportunidad de elegir entre un estudio en casa y un estudio en el extranjero, vale la pena de dejar tu casita para una realización profesional, siempre y cuando esperes los resultados positivos de este sacrificio. Al final, quisiera desear mucha suerte y mucho éxito en su camino hacia la sabiduría.
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