Actualmente, a nivel general, la Navidad ha dejado de ser un momento de recogimiento cristiano para recordar el nacimiento del hijo de Dios, para ceder descaradamente paso al desenfreno consumista teledirigido por la publicidad televisiva y los catálogos encartados en la prensa.Hoy, domingo por la tarde, día del Señor, he tenido el error de acercarme a una gran superficie para comprobar en vivo y en directo el espíritu navideño postmaterialista.
Digo acercarme al centro comercial, aunque dificultades he tenido para encontrar un pequeño espacio donde aparcar mi vehículo. Finalmente, he llegado andando al establecimiento como los pajes de los Reyes Magos a Belén, después de seguir la estrella de oriente del centro comercial, repleto de pastores sentados en los fast-food más tradicionales, después de cruzar montañas de vehículos y observar como un camello de cartón piedra era alimentado por un Papá Noel automático que no paraba de cantar canciones en inglés. Las riadas humanas no eran para adorar al hijo de Dios sino para aprehender la pieza de ropa del anuncio, oler la enésima fragancia o adquirir el último termomix que quedaba en la estantería.
Por fortuna, no todos los habitantes del primer mundo opulento caen de cuatro patas en el frenesí consumista cual ovejas siguen al perro del pastor. Aunque cada vez parece más una misión imposible.
No obstante, según un estudio del Instituto DEP, un 53% de los consumidores se sienten presionados a tener que comprar por Navidad y Reyes. Son datos que complementan mi experiencia dominical sociológica y que seguro que muchos de los amables lectores no me contradirán según sus vivencias particulares.
Es, por tanto, adecuado apoyar la compra responsable y el consumo responsable en el sentido de algunos de los interesantes y útiles artículos de esta última monografía de Educaweb.com del año 2006. Hay algunas recomendaciones muy prácticas sobre como gestionar la influencia de las campañas publicitarias y del entorno escolar en los niños y adolescentes.
Obviamente, cada uno es libre de hacer de su vida y de la de sus hijos lo que quiera. Yo no soy quien para decir cómo uno tiene que comprar y consumir, pero, probablemente, si la información sobre compra y consumo responsable llegase con la misma potencia y eficacia como se introducen en las casas los distintos modelos de teléfono móvil o de juegos de videoconsola, otro gallo cantaría.
Feliz Navidad y Próspero año Nuevo
Enric Renau
Editor
editor@educaweb.com
