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La utilización de los recursos virtuales en el ámbito universitario, un proceso reflexivo.

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Olga Villa Leicea, Licenciada en Pedagogía. Universidad de Deusto
Los avances experimentados por los medios de información y comunicación en los últimos años son patentes hoy en día en todos los ámbitos. La accesibilidad de Internet junto con la facilidad y rapidez en la comunicación han sido aprovechadas por multitud de sectores (turístico, el comercio, la banca, etc.) a la hora de ofrecer sus servicios.
La educación y concretamente el ámbito universitario no es ajeno a los avances y necesidades que plantea la sociedad, por ello, lleva tiempo mejorando su oferta educativa y tratando de aprovechar las ventajas que ofrece la tecnología.

Existen varias etapas, a través de las cuales se puede obtener una visión general de la puesta en marcha de recursos virtuales en el ámbito universitario.
En un primer momento tuvo lugar un boom en la formación virtual, que llevó a los centros universitarios a crear o adquirir sus propias plataformas de aprendizaje a través de Internet. Hoy en día, los recursos virtuales han entrado también en el área presencial y se compaginan con las clases que usualmente tienen lugar en el aula.

Los avances tecnológicos experimentados en estos últimos tiempos han exigido un considerable desembolso por parte de los centros de educación superior. Sin embargo, toda esta inversión no garantiza por sí misma una educación de calidad. Se necesita indagar en el uso que hacemos de los recursos virtuales si verdaderamente queremos conseguir mejorar el proceso de enseñanza-aprendizaje.

El medio no lo es todo

Existe una gran variedad de medios que utilizamos en la práctica educativa y todos ellos tienen sus ventajas y sus limitaciones. Los medios tecnológicos, como por ejemplo los entornos on line para la formación, tienen muchos puntos fuertes pero también ciertos inconvenientes:

- Permiten que el alumno/a trabaje de forma autónoma en cuanto a los tiempos y los espacios que elige para el estudio.
- Los contenidos y materiales se pueden actualizar constantemente, atendiendo a los cambios en la materia impartida, a las necesidades de los alumnos, la aparición de algún dato relevante relacionado con la materia, etc.
- La tecnología multimedia ofrece distintas formas de presentar el conocimiento: texto, imágenes, vídeo. Dichos elementos pueden estimular distintas vías sensoriales para una mejor comprensión del contenido y posterior evocación del mismo.
- Permite la creación de interfaces atractivas para el alumno/a .
- Además de poder acceder a materiales creados por el profesor, el estudiante tiene a su disposición Internet, lo que supone el acceso a un gran banco de información.
- El uso de Internet como medio para obtener información puede ser engañoso. Debemos ser muy críticos con las fuentes que consultamos y verificar su fiabilidad.
- El uso de Internet esta sujeto a problemas técnicos.
- La falta de confianza que presentan, en ocasiones, algunos profesores/as y alumnos/as a la hora utilizar los nuevos recursos en clase.

¿De qué manera los recursos virtuales pueden ayudarnos a mejorar nuestra práctica en el ámbito universitario?

No disponemos de ninguna receta que garantice el buen uso de los recursos tecnológicos que disponemos. Sin embargo, podemos fijar algunas claves:
- El uso de recursos virtuales en la clase presencial requiere un soporte administrativo que proporcione a los alumnos su nombre de usuario y password, en aquellas herramientas que lo requieran, además de un correo electrónico. Todas o casi todas las entidades ofrecen ese tipo de servicios a los alumnos, el problema surge cuando no saben que los tienen o no consiguen acceder a ellos.
- Al hablar de clases presenciales apoyadas por recursos virtuales, estamos dando por hecho que los alumnos saben cómo moverse en este tipo de entornos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los alumnos no se han matriculado en un curso virtual, sino presencial, de modo que pueden necesitar ayuda a la hora de comenzar a interactuar con los nuevos recursos.
- El hecho de utilizar el 100% de los recursos virtuales que se nos ofrecen no supone que estemos mejorando necesariamente el proceso de enseñanza - aprendizaje. Por el contrario, podemos aprovechar las oportunidades que nos ofrecen algunos de ellos en la medida en que son beneficiosos para dicho proceso.
- Las tecnologías son un medio y no un fin, debemos seleccionar las propiedades del medio que nos acerquen a la consecución de los objetivos educativos propuestos, teniendo siempre el modelo pedagógico como referencia.
- Se trata por tanto, de una integración tecnológica razonada, adaptada a las características del alumnado, del área de conocimiento y de los objetivos educativos que perseguimos.

La evaluación

Cuando se incorpora una innovación conviene evaluar su impacto, de ese modo podemos detectar puntos fuertes y aspectos a mejorar en el futuro.
En el caso que nos ocupa se podría observar, por ejemplo: si ha habido un aumento del rendimiento respecto a cursos anteriores a partir de la aplicación de las nuevas técnicas. Podríamos ver también si se ha dado aumento del interés de los alumnos/as. Otra posibilidad sería recoger la opinión de los estudiantes sobre la experiencia vivida, además de las propias impresiones del profesor/a para un posterior análisis de oportunidades y limitaciones.

Se puede concluir que la integración de nuevas tecnologías en el ámbito universitario no es una tarea fácil y requiere, por una parte, que el profesor tome conciencia de los beneficios que pueden aportar los recursos virtuales, y por otro lado, hacer un esfuerzo en lo que anteriormente denominábamos "integración razonada”.
El profesor/a no tiene por qué encontrarse sólo/a en este proceso, el contacto con otros compañeros para compartir las experiencias que ellos mismos están llevando a cabo puede ser de gran ayuda.
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