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Orientación y penalización para frenar el abandono universitario

Editorial

Seguramente una buena orientación universitaria y la penalización económica de los cambios incoherentes y aleatorios ayudarían a las cifras tan escandalosas de fracaso en el primer curso académico. Ello, sin embargo, no debe ser un motivo para impedir los itinerarios abiertos entre las carreras de grado y postgrado. Son dos cosas distintas.


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Enric Renau, editor de Educaweb.com
Alrededor de un 20% de los estudiantes universitarios de primer curso han decidido cambiar de carrera, cifra que aumenta en más de un 10% respecto al año anterior.

La falta de una buena orientación hacia la alternativa universitaria es apuntada por parte de los responsables políticos.

Ello es bastante probable. Por nuestra experiencia como orientadores para los alumnos de muchos centros educativos podemos corroborar que una decisión tan importante en la vida de un estudiante, desgraciadamente, se toma, en bastantes ocasiones, bajo criterios muy poco analíticos y realistas.

Las carreras de moda, los estereotipos, el impacto de la televisión pesan, en algunas personas, más que un diagnóstico de las propias competencias e intereses.

La influencia de los padres o del grupo de amigos, a menudo, determina más una elección de carrera que el conocimiento de sus salidas laborales o el tipo de ocupaciones que comporta.

Hay quien puede pensar que el hecho de entrar en la universidad es un hito en si mismo y que, una vez dentro, ya se verá la evolución que se puede seguir.

El hecho que el coste universitario sea cubierto ampliamente por los impuestos que pagan los ciudadanos, relativiza el impacto de la decisión en el estudiante medio y su familia.

Seguramente una buena orientación universitaria y la penalización económica de los cambios incoherentes y aleatorios ayudarían a reducir estas cifras tan escandalosas de fracaso en el primer año.

Ello, sin embargo, no debe ser un motivo para impedir los itinerarios abiertos entre las carreras de grado y postgrado. Son dos cosas distintas.

Una cosa es fomentar una formación universitaria de base científica y cultural común, para después perseguir la especialización profesional y la otra es favorecer una etapa de la vida de nuestros jóvenes deambulando por distintos campus, bares y quizás aulas de las universidades.


Enric Renau
editor

editor@educaweb.com
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