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¿Qué significa pertenecer a una Organización del llamado Tercer Sector?
Artículo de opinión
El tercer sector, en líneas generales, vive en estos momentos una crisis de participación porque la sociedad en la que nos movemos fomenta el individualismo y la competitividad, y el "otro”, en la mayor parte de las ocasiones, es un rival a ganar. Esto no quiere decir que organizaciones como Manos Unidas u otras de signo similar, no aumenten año tras año su número de voluntarios y colaboradores. Esto demuestra que a pesar de todo, hay muchas personas que colaboran con estas organizaciones que trabajan para conseguir un mundo diferente, más humano y habitable.
El tercer sector se mueve sobre todo en áreas de trabajo que consideramos social y humanitario: indigentes, minorías étnicas, drogadictos, inmigrantes, disminuidos físicos y psíquicos, ancianos y niños.
Se trabaja en el área de la marginación y de la exclusión en nuestras ciudades y en los países dónde se necesite; con los colectivos que por uno u otro motivo quedan al margen de los beneficios de nuestra sociedad y se busca tanto el desarrollo personal como social.
Este sector, sin ánimo de lucro, cuenta con profesionales para apoyar que sus objetivos se realicen con la mayor responsabilidad y fiabilidad posible.
Creemos que es imprescindible dejar claro que la gran fuerza en la que se sustentan estas Organizaciones es la de los colaboradores y voluntarios. Su perfil no está definido ni cortado por ningún patrón especial. Suelen ser personas comprometidas y preocupadas por los demás, que anteponen su tranquilidad y su seguridad para implicarse en un trabajo desinteresado que nos aporta una satisfacción personal.
El perfil que se demanda en estas entidades es el de personas que estén dispuestas a dar algo para el crecimiento de los demás. Puede ser algo material, si son socios o colaboradores de las entidades, o puede ser algo inmaterial, pero bastante más valorado en nuestra sociedad, como es el tiempo. Tiempo de dedicación a los demás, de estar con quien lo necesita, con quien no puede, y en ocasiones no quiere, avanzar sólo.
Para poder participar de esta aventura que supone el pertenecer a una Organización de las que consideramos se enmarcan en el tercer sector da igual ser joven o adulto, hombre o mujer, de uno u otro signo político. Hay gente comprometida en todas partes del mundo, gente interesada en cambiar la situación de su barrio, de su ciudad o del mundo al que todos pertenecemos.
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