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Conocerse para mejorar

Editorial

No se trata de complicarse la vida. Se trata de que los centros educativos hagan un esfuerzo sistemático y continuo que tenga como finalidad cambiar las condiciones objetivas de aprendizaje y otras condiciones internas para conseguir los objetivos propuestos de una forma lo más eficaz posible. Esto comienza con un estudio de satisfacción.


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Enric Renau, editor de Educaweb.com
La mejor forma que uno tiene para mejorar en la vida es parar un momento, respirar tranquilamente e intentar hacer un diagnóstico lo más objetivo posible de lo que se ha hecho hasta ahora, para ver hasta que punto uno está satisfecho de lo realizado.

Los centros educativos también tienen el derecho -y casi diría el deber- de evaluar lo que están haciendo, para conocer sus puntos débiles y fuertes según sus usuarios -los estudiantes- y las familias, así como las amenazas y oportunidades que el entorno pueda generar en la institución educativa.

Los gestores de los centros educativos públicos y privados tienen que conocer las necesidades y preferencias de las familias que han apostado por sus instituciones, qué valores y estilos de vida comparten y si son coherentes con el ideario del centro.

También tienen que analizar la importancia y necesidad que dan a los distintos aspectos que caracterizan la función docente (conocimientos, comprensibilidad, empatía, etc.) y valorar si desde la perspectiva de las familias se están cumpliendo las expectativas.

Finalmente, es interesante conocer la percepción de las familias respecto a las instalaciones del centro y los servicios que se prestan, teniendo en cuenta qué nivel de importancia le dan a cada uno de los aspectos (comedor, actividades extraescolares, transporte, aulas, etc.).

En resumen, realizando un estudio de satisfacción que pueda medir y analizar la situación de un centro, en relación con los otros y a lo largo del tiempo.

No se trata de complicarse la vida. Se trata de hacer un esfuerzo sistemático y continuo que tenga como finalidad cambiar las condiciones objetivas de aprendizaje y otras condiciones internas de un centro educativo para conseguir los objetivos propuestos de una forma lo más eficaz posible.

Por fortuna, cada vez hay más centros educativos de educación primara, secundaria obligatoria y postobligatoria, de formación profesional y universidades que han entrado en la dinámica de la evaluación como primer paso para la mejora de la calidad educativa y en busca de la excelencia

La existencia de iniciativas públicas y privadas, coordinadas y apoyadas técnica y estratégicamente por consultorías especializadas en el sector de la educación y la formación como DEP sugiere que el sector ya empieza a hacer suyas estas ideas.

Enric Renau
editor

editor@educaweb.com
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