Europa está desorientada. El juego de palabras me parece útil no sólo para describir la situación política e institucional sino también para señalar la necesidad de impulsar políticas públicas europeas de orientación profesional.Los líderes políticos no son los únicos que no saben hacia donde evolucionar después del fracaso de ratificación del Tratado para la Constitución Europea. Tampoco está claro que existan criterios sólidos para estimular la movilidad laboral europea. Se parte de la hipótesis de que si la economía norteamericana es más competitiva que la europea es, en parte, porque tiene un mercado laboral más flexible y menos anclado a un territorio concreto.
Por eso, el año 2006 ha sido declarado oficialmente por parte de la Comisión Europea como el año Europeo de la Movilidad de los Trabajadores y con él se quiere sensibilizar a la población ocupada de los 25 países europeos de las ventajas de trabajar en el extranjero al aportar nuevas competencias y nuevas experiencias. Pero la realidad es que sólo un 1,5% de los ciudadanos de la UE trabajan en un país que no es el suyo y que "todavía existen obstáculos jurídicos, administrativos y lingüísticos, así como insuficiente conocimiento de la información y asistencia que los trabajadores tienen a su disposición”, según el Comisario Europeo, Vladimir Spidla.
En una sociedad como la europea, donde pesa más la seguridad laboral que la iniciativa empresarial y el riesgo profesional, la movilidad sólo puede ser estimulada mediante la transparencia en la información y el acompañamiento a los trabajadores, es decir, la orientación profesional antes de tomar la decisión y una vez se pueda producir el proceso de cambio laboral.
En el ámbito universitario se ha podido comprobar como los Programas ERASMUS, por ejemplo, han funcionado bien, una vez las reglas del juego han quedado claras y la información ha fluido correctamente.
Quizás la experiencia de los universitarios ERASMUS y de los inmigrantes extracomunitarios va a cambiar la tendencia de los últimos años de la rica Europa del bienestar, pero lo dudo bastante.
Enric Renau
editor
editor@educaweb.com
