La falta de vocación universitaria, entre los jóvenes de hoy, representa un grave problema al que hemos de hacer frente. Entre estos jóvenes tienen que surgir los futuros profesionales que garanticen la competitividad de las ciudades, y del país, y serán también estos jóvenes los que, en el futuro, decidirán que innovaciones, que conocimientos y que cuestiones éticas, sociales, económicas y políticas se incorporan en el desarrollo de un país y cuales no.Estamos delante de un reto de gran complejidad. El éxito, en clave de vocación universitaria, se visualiza y se concreta en una gran cantidad de causas y efectos que tienen y tendrán un gran impacto social, individual y colectivo.
Por tanto, es evidente que para obtener éxito en este gran reto, todos los agentes sociales implicados deberán asumir activamente su responsabilidad. En esta medida, el éxito no solo es responsabilidad del sistema universitario sino que es una responsabilidad de todos, de las familias, de las universidades, de las entidades culturales, de las empresas, de los medios de comunicación, de la administración y de los propios individuos.
Para concretar, daré una breve pincelada de las responsabilidades de cada uno de los agentes implicados.
Las familias, deberán ser un referente para los jóvenes de hoy en día, por lo que deben encontrar la manera de sentirse coparticipes de la formación de sus hijos, facilitando esta tarea con soporte a la formación y a la organización de la vida familiar.
La universidad no es el único referente, aunque si es el eje central donde pivotan todo el resto de los agentes implicados, por lo que deben encontrar soluciones adecuadas a la falta de vocación universitaria.
Las entidades culturales deben reforzar el compromiso que tienen con las universidades facilitando todo tipo de accesos y promocionando el valor a la cultura desde todos los ámbitos, no solo desde un punto de vista artístico y humanístico sino también desde un punto de vista científico.
La participación de las empresas y del tejido económico es imprescindible, ya que sin universitarios, no habrá desarrollo económico y no seremos capaces de producir conocimientos que ayuden a mejorar el país.
Finalmente uno de los agentes con mayor influencia actualmente son los medios de comunicación, donde es importantísimo transmitir una imagen del mundo donde el conocimiento sea un valor trascendental para superar la permisividad y el consumismo imperante.
En definitiva es necesario cambiar el rol de la sociedad hacia un mundo donde se valore el saber y la cultura y una formación universitaria que permita la superación y el esfuerzo individual y colectivo.
