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Los Estudios Universitarios frente a los estudios de Formación Profesional desde la perspectiva de la inserción laboral del alumnado
Artículo de opinión
Según el informe "Datos y cifras 2005-2006” del Ministerio de Educación y Ciencia, desde el curso 2000-01, el índice de matriculados en las universidades españolas no ha hecho más que descender. Para este curso 2005-06, se ha producido un descenso de 113.669 alumnos en comparación con los alumnos matriculados en el curso 2000-01.
En el caso de la Formación Profesional, según el mismo informe, se ha producido un incremento de 75.697 alumnos matriculados en el curso 2005-06, entre ciclos de grado medio y grado superior, en comparación con el curso 2000-01.
Este argumento nos da ciertas pistas para augurar que las titulaciones universitarias están en cierta crisis debido a la saturación de alumnos en carreras que no ofrecen un índice de inserción laboral adecuado a la demanda del mercado de trabajo de la zona. En este sentido, en muchas comunidades, la demanda es inferior a la oferta, es el caso de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y la Rioja (fuente: www.consumer.es).
Hoy en día, poseer un título universitario no es sinónimo de conseguir un empleo a corto/medio plazo y con unas condiciones adecuadas a la formación realizada. Muchos estudiantes universitarios emplean más de tres años en colocarse en un puesto de trabajo relacionado con sus estudios, sobre todo en el caso de la rama de humanidades. Ahora lo que prospera son los estudios de Formación Profesional. Lejos ha quedado la concepción negativa de estos estudios, el escuchar comentarios del tipo "el que no vale para estudiar a FP”. La Formación Profesional era la alternativa para los fracasados en el sistema educativo. Según un informe de la Fundación Encuentro, a la Formación Profesional iban primero los alumnos menos dotados o con menos formación y, segundo, aquellos que estaban más desmotivados.
Los estudios de Formación Profesional han alcanzado cierto reconocimiento a nivel social además de considerarse estudios de calidad. Los motivos que justifican este reconocimiento van desde la formación eminentemente práctica que ofrecen, la mayor especialización, y fundamentalmente, el alto índice de inserción laboral a corto plazo. En el informe de la Fundación Encuentro se indica que 7,7 meses es la media del intervalo que transcurre entre la obtención del título de FP y el acceso definitivo a un puesto de trabajo. También hay que considerar que gran parte del alumnado, el 60% concretamente, se quedan a trabajar en la empresa donde realizan las prácticas del módulo de formación en centros de trabajo, obligatorio para todos los estudiantes.
Ante este enfoque que se ha planteado, cabe resaltar que los estudios universitarios y la Formación Profesional no son excluyentes. Son muchos los casos en donde los estudiantes universitarios complementan su formación con un ciclo de grado superior de FP para recibir una especialización más concreta y poder acercarse así al mercado laboral. Por el contrario, también se cuenta con un porcentaje de alumnos de FP que una vez finalizado sus estudios se decantan por una titulación universitaria. Estos alumnos tienen un cupo para acceder a la Universidad y desde hace unos cursos, algunos ciclos formativos de grado superior cuentan con un procedimiento de convalidaciones de créditos cursados en Formación Profesional con créditos universitarios, haciendo este motivo más atrayente la formación universitaria.
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