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El nuevo modelo universitario permitirá que haya doctores sin estar licenciados

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El nuevo modelo de titulaciones contempla que no es necesario tener el título de grado para acceder al postgrado. Es decir, que se podrá cursar un máster sin haber realizado todavía el trabajo de fin de carrera o las prácticas obligatorias del cuarto año de carrera. Además los alumnos podrán acceder a cualquier programa de postgrado relacionado o no con sus estudios. El objetivo es flexibilizar el currículo del alumno y que tenga más facilidad para entrar en el mundo laboral.


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El Mundo Universidad
Licenciado universitario con un grado en Magisterio de Educación Primaria, mención en Audición y Lenguaje y máster en Interpretación de lengua de signos. Éste es un ejemplo del currículo abreviado que podrá mostrar cualquier titulado universitario de aquí a cuatro años, cuando entre en vigor el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

O lo que es lo mismo: el nuevo marco que permitirá la homologación de las carreras en 45 países europeos, entre ellos España. Dentro de este contexto, el grado equivaldría a la actual diplomatura, la mención sería la especialidad y el máster, el segundo ciclo de las actuales carreras.

Hay más diferencias: el grado permite que el alumno se incorpore directamente al mercado laboral, mientras que el máster busca la especialización. Pero, al contrario de los que se imparten ahora, los futuros máster serán oficiales y a precio público. Aun así, el Ministerio de Educación aún no ha dicho a cuánto ascenderá la suma, a pesar de que el año próximo entran en vigor los primeros postgrados europeos.

Ordóñez sí ha asegurado que se garantizarán los precios públicos para que todos los alumnos que lo deseen puedan cursar un máster. Mientras, el presidente de los rectores, Juan Vázquez, dice que la reforma sólo tendrá sentido si la Administración financia los programas. «De lo contrario, se mermará la calidad de la educación».

Estructura de los nuevos títulos
El postgrado incluye el máster y el doctorado. El objetivo de tanto cambio es que un alumno madrileño pueda cursar un año en Roma, otro en París y, a su vuelta, no tener que perder tiempo con interminables trámites de convalidación. Los docentes e investigadores también tendrán vía libre.

Otro de los fines es que las carreras sean más cortas y flexibles, de forma que el alumno confeccione su currículo a la carta. Se cree que las salidas laborales mejorarán, ya que uno de los parámetros tenidos en cuenta a la hora de diseñar los planes de estudio es su adaptación al mercado.

Las licenciaturas y diplomaturas pasarán a llamarse grados. Ésta es la estructura: tres años de formación básica y hasta un cuarto de adicional, donde se incluye el trabajo final y las prácticas en una empresa o institución de acogida. En ambos casos, el alumno deberá exponer oralmente las conclusiones.

La reducción de los cursos en el caso de las licenciaturas e ingenierías superiores —de cinco años— está siendo uno de los puntos más polémicos de la convergencia, ya que los afectados creen que los estudios perderán calidad al recortar contenidos. Es la opinión de Carmen Arasa, portavoz de la Federación de Asociaciones de Catedráticos de Universidad (FACU): «La reducción de los estudios de licenciado e ingeniero y arquitecto superior es un desacierto absoluto, máxime teniendo en cuenta la lamentable calidad de nuestro bachillerato». En cambio, las diplomaturas e ingenierías técnicas —tres años— sí durarán un año más. Es el caso de Magisterio, Trabajo Social o Enfermería.

Tras el grado vendrá el postgrado, que se dividirá en máster (de uno o dos años) y doctorado (tres años). Pero no es necesario tener el título de grado para acceder al postgrado, ya que bastará haber superado los 180 créditos ECTS de enseñanza básica. Es decir, que se podrá cursar un máster sin haber realizado todavía el trabajo de fin de carrera o las prácticas obligatorias del cuarto año de carrera. Esta flexibilidad ha sido muy cuestionada porque se podría tener el título de doctor sin necesidad de haber terminado la carrera. Traducido a la actualidad: se tendría el doctorado pero no la licenciatura.

Tipos de postgrados
Hay distintos tipos de máster: de especialización (académica o profesional) y de investigación. Los alumnos podrán acceder a cualquier programa de postgrado relacionado o no con sus estudios. El objetivo es flexibilizar el currículo del alumno y que tenga más facilidad para entrar en el mundo laboral. Antonio Sánchez Pozo, vicerrector de la Universidad de Granada para el EEES, afirma que esta formación tendrá «un valor decisivo» a la hora de buscar empleo, «como ocurre en los países en los que ya es una realidad».

El experto tiene claro que el máster será interpretado por las empresas como una formación «a la última» en su área específica «y con una capacidad de liderazgo sobre otros miembros del grupo». Benjamín Suárez, coordinador del Programa de Convergencia Europea de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), cree que los sectores más innovadores tecnológicamente necesitarán especialistas «y, por tanto, generarán demanda y absorberán titulados de postgrado».

Añade que la especialización mejorará las condiciones para encontrar trabajo «siempre que dé respuesta a las necesidades de cambio tecnológico, económico y social, y sirva para incrementar la competencia y competitividad de las personas en los distintos sectores industriales y sociales».

Mientras que los títulos de grado deben ser decididos por el Ministerio, los de postgrado quedan a la libre elección de las universidades. Eso sí, antes deben pasar el visto bueno de sus respectivas comunidades y del Consejo de Coordinación. De hecho, antes del 15 de febrero de cada año, éste último debe haber recibido las propuestas de las universidades para el curso siguiente. Así lo establece el decreto que regula los postgrados.

Créditos ECTS
Todo el esfuerzo académico se medirá a través de los créditos ECTS, que equivaldrán a entre 25 y 30 horas, pero no sólo lectivas sino que su contenido es mucho más práctico ya que incluye horas de estudio, realización de trabajos, preparación de exámenes... Cada curso será de 60 ECTS.

El crédito que se utiliza en estos momentos tiene una carga de 10 horas lectivas. Es decir, ya no se mide el resultado académico de los alumnos por asignaturas sino por créditos, aunque luego cada materia está dividida en un número determinado de créditos. En el caso de los grados, deberá superarse hasta un máximo de 240 ECTS (180 de contenidos comunes y hasta 60 de adicionales).

Precios
El precio de una carrera se mide según los créditos que haya que superar. El coste lo decide cada comunidad —las competencias educativas están transferidas—, pero el Consejo de Coordinación establece una horquilla cada año. Este curso, el precio medio del crédito es de 8,6 euros para las materias de menor experimentalidad y de 13,11 para las de mayor. La región más cara es Navarra y la más barata, Canarias.

Tanto los grados como los postgrados tendrán precios públicos, aunque todavía no se conocen. En el caso de los máster, el nombre ha provocado confusión respecto a los actuales, privados. Sin embargo, los nuevos serán públicos.

Ordóñez, secretario de Estado de Universidades, ha hecho un llamamiento a la calma: «El Ministerio garantizará los precios públicos para que no tengan un precio elevado y pueda acceder todo el mundo». Sin embargo, aún no ha aportado sumas concretas a pesar de que se ha hablado de entre 1.800 y 2.000 euros. Esto supondría un aumento del 150% sobre las actuales licenciaturas. Por ello, se teme que sólo las universidades grandes y con medios puedan permitirse ofrecer máster caros y de calidad, en detrimento de las más modestas.

Suárez, coordinador del Programa de Convergencia de la ANECA, matiza: «Para avalar la calidad, el postgrado debe ser oficial —no quiere decir que los no oficiales no tengan calidad— pero si es oficial, debe tener precio público para garantizar la igualdad de oportunidades y de participación; eso sí, respetando los criterios democráticos de mérito y capacidad».

Los Máster de ahora
La duda que surge ante el nuevo panorama universitario es qué ocurrirá con los actuales máster privados. Su coste puede oscilar entre 2.000 y 70.000 euros dependiendo de su duración, si incluye o no estancias en el extranjero, los servicios que ofrece, etc.

Sus responsables temen perder alumnos, al preferir éstos los máster de las universidades públicas, oficiales y sobre todo más baratos. Carlo Gallucci, director de la Unidad de Postgrados de Dirección de Márketing de ESADE, descarta esa opción: «El perfil del alumno es diferente. En general, nosotros no nos dirigimos al recién licenciado sino a una persona que trabaja, quiere dar un salto cualitativo y decide dedicar uno o dos años a invertir en su formación. Sin embargo, los nuevos máster se dirigirán a quienes se acaban de titular».

Gallucci es consciente de que los máster que oferta ESADE son más caros que los de las universidades públicas —«es normal, nosotros no contamos con sus subvenciones»—, pero tiene claro que siempre que existan dos tipos de alumnos no habrá problemas para la convivencia. De hecho, ya han diseñado dos máster adaptados a las directrices europeas: en International Management y en Márketing.

Francisco Iniesta, director de MBA de IESE de la Universidad de Navarra —es, junto a ESADE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas del mundo, según la clasificación que realizan cada año The Wall Street Journal y The Economist— también cree que la convergencia europea debe verse como una oportunidad de mejora. «Hay mucha inquietud sobre el futuro de los máster, propiciada en parte por el propio nombre, pero en la medida en que los de Bolonia se destinen a gente más joven y sin experiencia no tiene por qué haber problemas de convivencia». Explica también que más del 70% de sus alumnos procede del extranjero, «por lo que no les importa tanto lo que esté ocurriendo con Bolonia. Vienen por el prestigio que tenemos».

Doctorados
Los estudiantes podrán matricularse en el doctorado una vez que hayan obtenido un mínimo de 60 créditos en programas oficiales de postgrado o cuando tengan el título de máster en su poder. Hay otro requisito: entre los estudios de grado y postgrado deben haber superado 300 créditos, según el real decreto de postgrado. En total, el doctorado durará tres años. La situación actual es diferente, ya que se necesitan dos años para obtener el Diploma de Estudios Avanzados (DEA) y otros dos para preparar la tesis.

Las Comunidades Autónomas deciden
Los primeros máster a la europea comenzarán a impartirse el próximo curso. Las universidades han tenido de plazo hasta hoy, 15 de febrero, para presentar las propuestas a sus comunidades, que son las que dan el sí definitivo. Ya ha ocurrido en el caso de Madrid, que ha aprobado 259 máster y 115 doctorados procedentes de los 13 centros de la región. Cataluña ha dado el visto bueno a 153 máster, 54 de los cuales se realizarán entre dos o más universidades. La más prolífica ha sido la de Barcelona, con 43, seguida de la Politécnica de Cataluña (37). Castilla y León también permitirá que el próximo curso se sigan 50 máster en las cuatro universidades públicas de la región. La de Alicante está pendiente de que la Consellería apruebe sus 27 propuestas, mientras que la Jaume I de Castellón ha presentado 12, entre las que destacan el Máster en Estudios de Paz, Conflictos y Desarrollo y el de Química Sostenible, entre otros. La mayoría de los consejeros de Educación ha lamentado que el Ministerio no haya hecho pública ya la lista oficial de los nuevos grados, ya que los postgrados son una continuación. Por eso, creen que muchos máster deberán ser revisados en un futuro.

¿Qué pasa con los actuales titulados?
Se sabe que los futuros universitarios cursarán carreras de hasta cuatro años y que, después, podrán matricularse en un máster público y oficial, algo desconocido hasta ahora. También que su título tendrá la misma valía en toda Europa y su currículo estará formulado de manera equivalente al de un sueco para que las empresas escojan en igualdad de condiciones. Pero los ya licenciados y los que todavía estudian dudan de su papel en el futuro: si su título tendrá menos valor a pesar de haber cursado más años, si deberán reciclarse, si optarán a los mismos empleos que un futuro titulado...

A pesar de que todavía hay muchas cuestiones en el aire, la ministra de Educación, María Jesús San Segundo, ha intentado tranquilizarles: «Nadie perderá nada, se conservarán los derechos académicos y profesionales y, en su momento, se establecerán las equivalencias con los nuevos títulos». Los actuales licenciados también podrán acceder a los nuevos másters para ampliar sus conocimientos o especializarse.
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