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Sin formación no hay nueva profesión
Artículo de opinión
Todo esto ha provocado que hoy empiece a hablarse de grandes transformaciones en la estructura ocupacional de las sociedades modernas, al tener que dotar de contenidos nuevos a las ocupaciones tradicionales y la aparición de nuevas ocupaciones que son demandadas por la sociedad y a la que debemos dar respuesta, creando y formando nuevos profesionales.
Pero, ¿a qué llamamos una nueva profesión? ¿que debe cumplir una profesión para ser catalogada como nueva? quizás la respuesta sea más sencilla de lo que pensamos, ya que no se le exija nada más que estar solicitada por la sociedad en un alto nivel y tener un ámbito de producción o prestación localmente definido.
Aunque no debemos olvidar que la sociedad va evolucionando a la velocidad del rayo, lo que provoca que las profesiones actuales sean dinámicas y cambiantes e incluso lo que hoy consideramos ocupaciones actuales o nuevas puede que mañana ya no lo sean, por lo que crear un catálogo exhaustivo de aquellas que hoy podemos considerar nuevas profesiones sería un reto casi imposible aunque si que podemos advertir algunas de ellas, son nuevas profesiones, las relacionadas con sectores emergentes como la industria auxiliar de la agricultura; las ramas aeronáutica y energética; las comunicaciones y nuevas tecnologías, los servicios o la construcción.
Pero estas nuevas ocupaciones exigen disponer de personal con cualificaciones adecuadas a estos nuevos servicios y necesidades, es decir nuevos profesionales que sean capaces de llevarlas a cabo y los mismos a su vez necesitan una formación específica, que permita al profesional desenvolverse adecuadamente en su nuevo ámbito. Por tanto, como vemos son muchas las necesidades que estas nuevas profesiones precisan, nuevas cualificaciones, nuevos perfiles profesionales y nuevas ofertas formativas, y es sobre esta ultima, donde entramos todos aquellos que nos dedicamos profesionalmente a la formación.
Creemos que todos los profesionales de la enseñanza tenemos un gran reto entre las manos, con un doble objetivo, formarnos para poder formar a los nuevos profesionales. Se trata de una formación a muchos niveles, desde el universitario pasando por todos aquellos que prestan servicios formativos, y a muchas escalas, ya que debemos afrontar tanto la formación más básica hasta la de más alto nivel que hoy en día se exige, pasando por aquello que se exige hoy en día para cualquier profesión, los idiomas y la informática.
Los profesores debemos adecuarnos a los nuevos tiempos, a las exigencias del mercado y de la sociedad y ser capaz de dar una formación de calidad a los profesionales que van a ocupar esa nuevas profesiones para que desempeñen sus funciones al más alto nivel.
Nuestro sistema educativo se encuentra dando respuesta a esta demanda a través de sus Universidades y de otros centros públicos y privados aunque creemos es a través de la Formación Profesional como mejor está cubriendo ese vacío que se crea cuando nace una nueva profesión, pues no olvidemos que camina de la mano del entorno laboral dando respuesta a sus necesidades, sus demandas y abordando la formación de los nuevos yacimientos de empleo que están surgiendo. La Formación Profesional está abordando la realidad del mundo laboral adecuándose a sus necesidades, para ello día a día va evolucionando aumentando su oferta educativa de familias profesionales y dentro de ellas de ciclos formativos repartidos en ciclos de grado medio y superior, formación que puede recibirse en toda Europa en horario diario o nocturno, de forma presencial o a distancia.
La sociedad va evolucionando y cambiando y nuestra meta debe ser poder seguir sus pasos y creemos que en el terreno que nos ocupa estamos preparados, ya que España cuenta con profesionales suficientes para abordar la formación de las que hemos denominado nuevas profesiones y con personas que pueden llevarlas a cabo.
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