Distintos estudios han señalado la heterogeneidad de los sistemas educativos europeos y la diversidad de políticas educativas, exceptuando, quizás, el sistema universitario.
La Fundación "La Caixa” acaba de presentar un estudio titulado "Los sistemas educativos europeos ¿Crisis o transformación?” que pretende comparar los distintos modelos en el complejo viejo continente de una forma comprensible y llegar a algunas conclusiones.
La primera y, probablemente única conclusión general del estudio es que no hay una conclusión global aunque existen hechos pasados comunes.
Europa es plural y, por lo tanto, hay distintas políticas educativas. El mosaico europeo se aprecia en la titularidad de los centros (porcentaje de públicos y privados) y la concentración política de las decisiones y la estructura educativa (centralismo, federalismo, modelos distintos intra-países) porque las realidades entre y intra Europa son muchas.
En España, por ejemplo, destaca el relevante peso de la escuela concertada religiosa y no religiosa y un nivel de autonomía educativa intermedio respecto a otros estados.
Además, cada país trató la creciente demanda educativa acaecida a partir de los años 50 como se pudo (España estaba bajo el Franquismo) o se supo (distintos modelos) pero en la mayoría de ellos el sistema educativo ha contribuido determinantemente, en el lado positivo, a disminuir el analfabetismo, a desarrollar el sistema productivo y a fomentar la igualdad de oportunidades. En el lado del pasivo, los países europeos han reducido la inversión financiera y presupuestaria en educación, han generado una cierta sobreeducación -creando excedentes de titulados universitarios y desprestigiando la formación profesional- y no han sabido gestionar la complejidad derivada de la inmigración.
Los retos que nos quedan ahora son muchísimos y, aunque la educación se ha convertido en un "issue” central en los parlamentos y en los círculos empresariales, no hay una clara dirección unificada para atajar y desarrollar lo que el estudio señala como los cinco elementos principales:
- ¿Cómo combinar el rol del sistema educativo a favor de la equidad y la cohesión social con la capacidad de apoyar la competitividad de la economía del conocimiento formando a personas competentes en el mercado laboral?
- ¿Cómo ordenar el sistema educativo? ¿Con una escuela comprensiva donde todos los niños y niñas estudian con los mismos objetivos, en las mismas aulas y obtienen la misma titulación sea cual sea su rendimiento o con un sistema más competitivo con mayores diferencias pero complementado con una buena política de becas? España lidera el primero de los sistemas por la igualdad de oportunidades pero cosechando uno de los últimos lugares en el ranking de rendimiento educativo. La baja inversión respecto al PIB y el crecimiento rápido de la inmigración pueden ayudar a explicar los datos.
- ¿Qué pasa con el profesorado? La preparación, actuación e implicación del profesorado es uno de los factores clave y, en cambio, se demuestra que no siempre los profesores mejor pagados son los más satisfechos. El proceso de selección de este colectivo y los cambios en los valores y actitudes de la sociedad y las familias ante la profesión docente afectan al prestigio social de esta profesión y a las condiciones laborales de los mismos. España, por ejemplo, destaca en altos salarios y cifras alarmantes de bajas laborales relacionadas con estrés profesional.
- ¿Cómo se integra escolarmente a los inmigrantes? Cada estado asume sus propias estrategias pero aún no se dispone de conclusiones sobre si el modelo integrado es más eficaz que el separado y viceversa.
- ¿Cómo erradicar las situaciones de violencia escolar? El bullying, las coacciones morales o físicas entre iguales, las actitudes racistas o xenófobas, no disponen de manuales de autosolución y los responsables políticos dudan sobre qué se debe hacer.