¿Cuáles son las motivaciones que impulsan a una persona a estudiar un MBA? ¿Cuál es el perfil actual de personas que desean realizar este tipo de formación superior?Según los años de experiencia del participante, las motivaciones varían. Los ejecutivos con 1 o 2 años de experiencia buscan unos conocimientos generales de la empresa y poder perfeccionar las habilidades directivas que han ido percibiendo como imprescindibles a lo largo de su corta experiencia. Para directivos con unos 5 años de experiencia, la motivación para realizar un MBA suele ser dar un impulso a su carrera profesional ya sea en su propia área, ya sea en otras áreas. Y los directivos con 10 o más años de experiencia buscan llegar a desarrollar sus posiciones actuales acercándose a la excelencia y apuntando a direcciones generales. Para cada uno de estos grupos, existen distintos tipos de MBA.
¿Ha cambiado el papel de las empresas como impulsoras de este tipo de formación entre sus empleados? ¿Por qué?
En general, las empresas son cada vez más impulsoras de la formación, ya sea con programas estándar o bien programas a medida. Con los MBA, lo que consiguen es fidelizar a sus empleados. Ello les permite, por un lado, beneficiar a los empleados, y por otro, ganar en eficiencia. Un empleado motivado y en proceso de formación como manager de alto nivel va a aportar un incalculable valor añadido a su organización.
¿Cómo influye en las oportunidades de carrera profesional el hecho de haber realizado o no un MBA?
Empiezan a ser ya muy numerosos los directores generales o directivos de primeros niveles que han realizado un MBA. Un ejecutivo que ha realizado este programa, no solamente ha adquirido unos conocimientos generales de las empresas y unas habilidades que le permiten gestionar desde arriba y de forma transversal con eficacia, sino que además, ha demostrado que es capaz de asumir con éxito cualquier proyecto. La realización de un MBA a la vez que se ejerce como profesional, exige un sacrificio tal que se es ya capaz de asumir cualquier reto.
¿Cuáles son los elementos diferenciadores de calidad de una escuela de negocios?
Son muchos los elementos diferenciadores: desde el nivel del profesorado, hasta la ubicación geográfica o la red de contactos que permiten las Asociaciones de Antiguos alumnos.
¿Qué recomendaciones haría para escoger un MBA? ¿Qué aspectos debe valorar una persona tanto del curso como de la institución que lo ofrece?
En primer lugar, debe tener claro cuáles son sus objetivos al realizar el MBA para poder escoger qué tipo de MBA es el que se adecua a su perfil. Para conocer las diferentes opciones, lo mejor es acudir directamente a informarse a varias escuelas de negocios, escogiéndolas según criterios de referencias, emplazamiento, etc. Una vez se han estudiado distintas opciones, hay criterios que marcan la diferencia como pueden ser el prestigio de la escuela para determinadas áreas de interés, el idioma en el que se imparte el programa, las relaciones con empresas, la posibilidad de estancias internacionales, de incompany projects, etc. También hay que valorar muy bien la relación calidad/prestigio/coste.
Financial Times, Forbes, The Economist, The World Street Journal... diversas publicaciones del ámbito financiero elaboran rankings sobre los mejores MBA. ¿Qué opina sobre la elaboración de estos rankings? ¿Pueden ser una buena guía para una persona que dude sobre qué escuela escoger?
Por supuesto, pueden ser una primera guía para los candidatos que no tienen otras referencias.
Un mecanismo de control de calidad de los MBA son las acreditaciones de organismos internacionales (IQUAS, AMBA, AACSB, EFMD...). ¿Cómo influyen estas acreditaciones en los programas?
Se pueden tomar como referencia aunque nunca como único elemento de garantía. Algunos MBA se salen de las normas de estas acreditaciones, no por no asegurar la calidad estandarizada, sino por ofrecer programas fuera de lo estandarizado por dichos organismos. Es muy importante basarse en el prestigio de la escuela.
Part-time, full-time, a distancia, semipresencial, presencial... ¿Qué ventajas e inconvenientes plantean las distintas metodologías para cursar un MBA? ¿Existe un público específico para cada una de estas modalidades?
Siempre que un producto se diversifica en una gama de productos, quiere decir que hay un público determinado para dicho producto. De otra forma, dicho producto deja de existir. Las distintas metodologías permiten adaptar el período formativo a los objetivos precisos de cada estudiante y a sus requerimientos laborales.
Cada año crece la oferta de MBA de escuelas de negocios, universidades y otras instituciones de educación superior, que compiten para atraer a las personas interesadas en cursar un MBA. Por otro lado, el número de solicitudes por plaza disponible ha caído en los últimos años. El informe de Noir Sur Blanc "El mercado global de los MBA. Tendencias y Perspectivas” apunta que tras este descenso de demanda hay factores como el aumento de la oferta. ¿Ha acusado su centro este descenso de la demanda y en tal caso cómo lo afronta? ¿Está saturado el mercado?
Como en la mayoría de sectores, existe una fuerte competencia. Este aspecto es muy importante para los candidatos ya que, para sobrevivir, los programas deben garantizar la máxima calidad de forma continuada.
Una estrategia todavía poco numerosa para atraer a los interesados, según datos del estudio publicado por Noir sur Blanc, es la especialización de los MBA en sectores concretos, en lugar de ofertar únicamente MBA generalistas. ¿Cuál cree que es el futuro de los MBA en este sentido?
Comparando este sector con sectores más maduros, los MBA deben irse diferenciando de los de la competencia de forma que ofrezcan valores diferenciales y alcanzar distintos nichos de mercado. Este movimiento también es positivo para los candidatos ya que les garantiza una oferta que puede ser más afín a sus expectativas.
