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Los estudios artísticos y Bellas Artes, enfrentados por su futuro en la Universidad
Noticia
Las escuelas de danza, diseño o música discuten su conversión o no en facultades, ante la necesidad de adaptarse al futuro Espacio Europeo de Educación Superior. Todas coinciden en que los títulos que expidan deben ser universitarios. Pero los decanos de Bellas Artes no están de acuerdo.
¿Decoración? Quieren impartir doctorados y acceder a becas Erasmus, como ocurre en cualquier facultad española. No pueden hacerlo al no figurar como carrera universitaria, sino estudios de régimen «especial». Y la lista continúa con Canto, Música, Arte Dramático, Diseño, Imagen... Se trata del grupo de las enseñanzas artísticas impartidas en nuestro país.
A pesar de no figurar como centros universitarios al uso, todas deberán adaptarse al futuro Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), que será una realidad en 2010 en más de 45 países, entre ellos España. El nuevo marco traerá consigo la reforma total de las actuales carreras (ya no serán diplomaturas y licenciaturas sino grados y posgrados), habrá una nueva forma de evaluar (los créditos ECTS, que darán prioridad al trabajo del alumno fuera de las horas lectivas), se realizarán más prácticas y tutorías...
Y ahí empiezan los problemas. El primero: las enseñanzas artísticas deberán adaptarse a estas nuevas directrices europeas, de carácter universitario. Sin embargo, no se rigen por una normativa universitaria, sino de enseñanzas medias según la Ley Orgánica de Educación (LOE) en trámite de aprobación.
Fue la LOGSE (Ley Orgánica General del Sistema Educativo), en 1990, la que equiparó los títulos expedidos por las artes escénicas a los de la universidad, de forma que el Conservatorio Superior de Música de Madrid otorga un certificado equivalente a una licenciatura. Ocurrió en el caso de Canto, Arte Dramático y Música, mientras que otras especialidades como Danza se quedaron fuera, lo que han considerado siempre un agravio comparativo. El nuevo panorama universitario les afecta ahora de forma diferente.
Bellas Artes, en contra
Los decanos de las facultades de Bellas Artes —fueron los únicos estudios artísticos que lograron este rango en 1978, cuando gobernaba la UCD; el resto sigue manteniéndose al margen de la universidad— han mostrado su «rotunda disconformidad» en un comunicado, por creer que la ley invade competencias que no le corresponden.
«La LOE provoca una situación de duplicidad y desigualdad legal ya que regula de forma anómala que estos estudios no requieran los requisitos y controles de calidad que a la universidad se le exigen para la obtención de titulaciones que la LOE denomina como ‘equivalentes'», reza el texto. Hace referencia a que las Escuelas de Canto, Música o Danza podrán expedir títulos de grado y posgrado a pesar de no estar incluidas dentro de la enseñanza universitaria.
La solución del Ministerio
Álvaro Zaldívar, subdirector general de Personal Docente e Investigador de la Subsecretaría del Ministerio de Educación, explica que la aprobación de la LOE permitirá que este tipo de estudios pueda adaptarse «sin problemas» a la convergencia con Europa.
«En todos los casos, los títulos, en lugar de ser equivalentes a una diplomatura o una licenciatura, como ocurre ahora, lo serán de un grado o de un posgrado. Nadie saldrá perjudicado, y los estudios superiores artísticos que ya están en la universidad, como es el caso de Bellas Artes, continuarán estándolo», manifiesta Zaldívar.
El también catedrático de Estética e Historia de la Música del Conservatorio Superior de Murcia ejemplifica la situación: «Nunca ha existido un título específico de Derecho Penal y, sin embargo, sí existen abogados penalistas, una cátedra al respecto, doctorados... Lo mismo ocurre con estas enseñanzas, no tenemos la carrera de Danza o Decoración, pero el título que emiten es equivalente a uno universitario».
Danza
La mayoría de los colectivos artísticos ve en el futuro marco una oportunidad histórica para mejorar su situación, pero «si se hace bien», como señala Carmen Giménez, miembro de la Plataforma por la Danza y responsable de Educación de la Federación de Profesionales de la Danza. No entiende por qué esta disciplina no logró que sus títulos se equipararan a los universitarios con la LOGSE. «Es un agravio comparativo y no parece que vaya a cambiar ahora, cuando sería una oportunidad excelente para convertirnos en carrera».
Su propuesta de convergencia se centra en un título de grado de tres años más un posgrado de uno. Después, vendría la especialización a través de doctorados, «algo que tampoco podemos hacer por esta situación anómala, al igual que no optamos a becas Erasmus, Leonardo...».
Arte Dramático
Las escuelas de Arte Dramático funcionan al margen de la Universidad, pero sus títulos sí tienen rango universitario. Es el motivo por el que Pedro Víllora, subdirector de la Real Escuela Superior de Arte Dramático, no ve dificultades en su adaptación a Europa. «Es un centro autónomo, pero como funcionamos como licenciatura no habrá problemas; se transformará en un título de grado siguiendo las directrices del Ministerio».
De hecho, la convergencia empezó en 2003, cuando adoptaron los créditos ECTS. Víllora sí admite una pega: «Al depender de la ley de secundaria, la contratación de docentes se rige por sus normas, por lo que no existe la figura del profesor asociado o doctor».
Canto y música
Ambas disciplinas se estudian en conservatorios, pero grandes intérpretes como Teresa Berganza han reivindicado su necesaria introducción en la Universidad. En la actualidad, sólo existe un segundo ciclo de dos años llamado Historia y Ciencias de la Música.
Sin embargo, no está claro que vaya a permanecer en el catálogo de titulaciones que elabora el Ministerio de Educación de cara a la convergencia europea. De hecho, no figuraba como futura carrera en la lista inicial que presentó la subcomisión de Humanidades, lo que ha provocado protestas entre los docentes y alumnos afectados.
Restauración de Bienes
Su equivalencia no es con una licenciatura sino con una diplomatura. Es lo que no entiende Javier Peinado, director de la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes de Madrid: «Lo reivindicamos desde la LOGSE, pero la LOE permitirá acabar con el problema. Ya no existirán diplomaturas y licenciaturas, sino que todas seremos grados y eso es una ventaja; pero queremos tener grados directamente, no títulos equivalentes a grados».
Peinado apuesta porque los nuevos títulos tengan «rango y estatus universitario, lo que no implica que estos estudios tengan que darse en la universidad necesariamente, pero podría ser una opción para muchas de estas disciplinas, incluida la Restauración».
Imagen y Diseño
La postura de Josep Mestre, tesorero de la Confederación de Escuelas de Artes Plásticas y Diseño (CEA), es más restrictiva: «Mantenemos la idea de que estos estudios sigan siendo superiores, pero sin integrarse en la Universidad, con nuestra autonomía».
Mestre plantea dos futuros títulos de grado dentro de las Artes Aplicadas: Diseño (que se dividiría en cuatro especialidades: Interiores, Moda, Gráfico y de Producto) y Artes de la Imagen (donde se incluirían Fotografía, Ilustración...).
Decoración
Actualmente, se puede estudiar Decoración mediante un módulo superior o medio —dependiendo de la escuela que lo imparta—, pero sus responsables piden su transformación en un título de grado al modo europeo. «Es algo urgente y clamoroso», sentencia Luis Miguel Alonso, vicedirector de la Escuela de Arte de Baeza. «La reforma es necesaria, no sólo porque estamos en una situación de desventaja, sino para mejorar la formación de nuestros alumnos».
Las Artes Plásticas en Europa
La situación académica es distinta según el país. En Reino Unido, las enseñanzas artísticas se imparten en universidades, Reales Escuelas de Música, Institutos Politécnicos o de Enseñanzas Superiores. En todos los casos, expiden un título universitario. En Italia se estudian en instituciones no universitarias, pero existen las licenciaturas de Musicología, Historia de la Música y Artes del Espectáculo. Las Escuelas de Arte y los conservatorios franceses dependen del Ministerio de Cultura. Las prestigiosas Grandes Écoles, donde se estudia Artes y Oficios o Industrias Textiles, del de Educación. En el área de influencia germano-austriaca, la gestión corre a cargo de cada región y suele predominar la iniciativa pública.
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