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La formación virtual y aspectos de mejora en sus prácticas

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Beatriz Cebreiro López, Jefa de la División de Tecnología Educativa del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Santiago de Compostela
En la sociedad se están extendiendo los esfuerzos por ofrecer formación virtual a los ciudadanos. Desde las administraciones públicas vemos un protagonismo de las universidades que han intensificado sus dotaciones a nivel tecnológico y están preparando a sus docentes para ofrecer una formación virtual unida a la presencial. En lo privado, las empresas también han optado por gestionar su formación continua con entornos virtuales que permiten ampliar la formación. En el ámbito político la estrategia europea para el empleo y las estrategias nacionales en materia de educación y formación permanente también potencian la utilización de las TIC para el desarrollo de contenidos, servicios y entornos de aprendizaje avanzados y pertinentes en el plano pedagógico.

Las iniciativas de formación virtual que han potenciado las TIC en otros contextos, como el estadounidense, no han respondido a las expectativas en muchos casos. Desde un primer momento de revolución con el surgimiento de numerosas empresas dedicadas a esta formación y de centros universitarios creados exclusivamente para ello, se ha pasado a un momento de análisis y estudio sobre las experiencias de fracaso que ha afectado a empresas de renombre y a un sector empresarial que se desarrolló para ofrecer formación continua a la carta. Los problemas se han planteado a pesar de una gran inversión en los avances tecnológicos y en la elaboración de contenidos digitales y multimedia de alta calidad técnica.

Hoy en día el camino de mejora se centra en factores más relacionados con la formación que con la tecnología, sobre todo en el ámbito de la utilización pedagógica de la tecnología y de la gestión del cambio. Los avances en las tecnologías nos permiten una comunicación sin distancias, la presencia a través de videoconferencia, la interacción con la información, el conocimiento compartido, el trabajo en grupo y la colaboración, la distribución de información en tiempo real, y estos avances transforman la práctica educativa.

Las tecnologías de las que disponemos permiten las clases en directo y diferido, las comunicaciones entre el profesor y el alumno; la labor de tutorías, la elaboración de material didáctico muy diverso y la participación del alumno en múltiples actividades, así como el seguimiento y evaluación continua y final de todo el proceso. Pero la enseñanza cambia en sus distintos elementos al integrar las TIC en todos ellos. Tenemos que centrarnos en aplicar esos cambios a las propuestas de formación:
- las posibilidades de comunicación que permiten un flujo constante, con tiempos menos rígidos y establecidos y entre más interlocutores;
- la enseñanza basada en el descubrimiento, en la búsqueda de nueva información, de la mucha (casi inagotable) que tendremos disponible en la red favorece el aprendizaje más activo para el alumno;
- combinación multimedia con alta calidad en audio, vídeo, gráficos animados, simulaciones y textos permitirá una enseñanza rica sensorialmente, e interactiva entre los distintos tipos de información;
- generar actividades que propongan procesos diferentes para facilitar el aprendizaje más adecuado al progreso individual;
- el trabajo con el ordenador nos permite un registro constante de las actividades formativas que cada alumno realiza y así proponer itinerarios distintos según sus características;
- el trabajo en equipo favorece un proceso de aprender diferente que pone en práctica destrezas de organización, negociación, debate, regulación de tareas, etc. y al disponer de conexión en red no interfiere con los tiempos y localización disponibles de cada alumno, etc.

Para que las propuestas de formación virtual exploten de forma adecuada esas posibilidades y lleguen a tener más eficacia se necesita trabajar varios aspectos de los que destacamos en este breve artículo los siguientes:

1 - La formación de los docentes que trabajan en acciones formativas virtuales. En muchas ocasiones se ha eliminado el papel docente y se ha limitado a una tarea de tutorización. En el proceso de enseñanza no se puede obviar la necesaria intervención del profesor para presentar, proponer las actividades, explicar las dudas, estimular la implicación de los alumnos, adecuar la practica a cada uno de los alumnos, abrir nuevos caminos para resolver dificultades, etc.

2.- La intervención del docente no puede separarse de la creación de los materiales didácticos y esto se ha dado en muchas ocasiones. Los materiales didácticos tienen que adaptarse a los alumnos y basarse más en el diseño pedagógico que permite aprender. El profesor puede trabajar con otros profesionales especializados en diseño, pero es su conocimiento sobre la forma de trabajar con esa información lo que los convierte en materiales didácticos.

3.- Las destrezas transversales en TIC de los que utilizan propuestas formativas virtuales. Tanto los alumnos como los profesores tienen que formarse primero en las nuevas herramientas de comunicación y manejo de la información para utilizarlas de forma correcta y que exploten todas las posibilidades. En muchas ocasiones las posibilidades de uso de esas herramientas quedan reducidas por un conocimiento de las mismas basadas en un aprendizaje mínimo o incluso en su dimensión de ocio como ocurre con los chat.


La investigación sobre los usos de las TIC en todos los procesos formativos y las necesidades que se plantean nos indican que hay que:
- Diversificar las propuestas metodológicas.
- Flexibilizar los itinerarios de aprendizaje y enriquecerlos con materiales y actividades de complejidad diferentes.
- Apoyar la interacción y la comunicación con un clima más dinamizador dentro de los entornos formativos.
- Si la propuesta formativa se dirige a un trabajador que sea reconocida en su empresa con un tiempo de dedicación no como una carga.
- Explotar las tecnologías disponibles.

En la Universidad de Santiago de Compostela nos hemos preocupado por formar a especialistas en este campo a través del Master E-learning Tic para la educación y la formación y proponemos una integración de conocimientos pedagógicos y tecnológicos sobre la formación para mejorar las prácticas tanto en el mundo de la enseñanza como en la formación continua en las empresas. También participamos en la Investigación para el Observatorio de e-learning de Galicia dónde vamos a presentar resultados sobre todos los que realizan formación virtual tanto en el sector público como privado.
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