¿Qué aporta un máster o un postgrado que no se obtenga con los estudios de pregrado? Aporta formación complementaria en los contenidos teóricos y, especialmente, ofrece nuevos enfoques en los contenidos más prácticos.
¿Qué indicadores nos pueden garantizar que nos encontramos ante un centro de formación continua de calidad?
El porcentaje de alumnos que encuentran empleo, tras la finalización de los estudios de postgrado y, por supuesto, si ese puesto de trabajo está en consonancia a la preparación y formación adquiridos por el trabajador.
¿Existen áreas o sectores de la economía en los que es un requisito imprescindible haber cursado un máster o postgrado para acceder a ciertos puestos de trabajo? ¿En qué áreas es más necesaria este tipo de formación continua?
Imprescindible, no, pero sí existen determinados sectores como asesoría, consultoría donde este tipo de formación se valora de forma especial. En las grandes empresas españolas la formación de postgrado también se cotiza mucho.
¿Qué peso deben tener la formación teórica y la práctica dentro de un máster o postgrado?
En mi opinión, el 50% puede ser una buena referencia.
¿Cómo cree que se debe adquirir la formación continua transversal (se entiende por este concepto aquella que se dirige a adquirir competencias comunes requeridas por múltiples ocupaciones, independientemente del sector o empresa en los que se trabaje)? ¿Los másters y postgrados deben incluir competencias transversales?
La formación transversal es un proceso. La responsabilidad recae sobre diversos agentes, como instituciones educativas, familia o las mismas amistades. Obviamente en los cursos de postgrado también tiene cabida este tipo de formación y de hecho, en la mayor parte de los mismos, se contempla.
¿En qué momento recomendaría que se realice un máster o postgrado: al acabar los estudios universitarios o unos años más tarde cuando se haya adquirido cierta experiencia profesional?
Según mi experiencia particular, es más eficaz después de haber tenido alguna experiencia laboral. Esto no implica que la formación de postgrado, seguida del grado, no sea eficaz, pero puede ser interpretada como una mera ampliación de estudios y eso, en mi opinión, no debería ser un máster.
Los másters y postgrados pueden ser impartidos on-line, semipresencial y presencialmente ¿A qué tipo de personas y para qué tipo de contenidos recomendaría cada modalidad de aprendizaje?
El aprendizaje on-line es una buena herramienta, pero útil al cien por cien cuando se trata de formación con un cierto nivel de especialización y para personas ocupadas y muy disciplinadas.
En cuanto al modo semi-presencial, en mi opinión es el más eficaz, ya que permite un acceso rápido y barato a los contenidos, y al mismo tiempo, garantiza el imprescindible contacto entre alumnos y entre profesores y alumnos.
En cuanto al modelo presencial, tiene el gran inconveniente del coste y para personas ocupadas es francamente distorsionante.
Cada año disminuye el número de estudiantes que desean acceder a los estudios universitarios. ¿Cómo afecta esta tendencia a la demanda de formación continua? ¿Existe actualmente una sobreoferta de másters y postgrados en algunas disciplinas más que en otras?
La formación continua tendrá siempre una demanda en alza, puesto que estamos en un proceso muy dinámico, desde el punto de vista cognitivo y práctico. El hecho de que disminuyan las entradas en las universidades no supone una disminución de entradas en el sistema educativo, ya que está aumentado la demanda de Formación Profesional, circunstancia, bajo mi punto de vista, muy positiva para la economía.
El grueso de los postgrados se centran en sectores del área económica y comercial. Es aquí donde, probablemente, la oferta sea por encima de lo que cabría de esperar. No obstante, el problema no es que haya mucha o poca oferta, sino cómo sea la calidad de los estudios.
¿Cómo cree que afrontarán o ya están afrontando esta reducción de potenciales demandantes de formación continua los centros que la ofrecen?
La reducción de titulados universitarios no creo que influya en la reducción en la formación postgrado, puesto que un gran porcentaje de los titulados actuales no acuden a este tipo de formación. Es más, las últimas reformas de la educación superior que implican de hecho una reducción del tiempo universitario, de alguna manera pueden traducirse en una sustitución parcial del tiempo que antes se estaba en la universidad por el tiempo que ahora se va a estar en la consecución del máster.
¿Qué sucederá con la oferta y la demanda de formación continua cuando se produzca la convergencia europea en 2010?
La ampliación del mercado efectivo, es decir, si los centros formativos españoles se consolidan como líderes, pueden aumentar su demanda con efectivos europeos. No hay que olvidar que es verdad que puede aumentar la oferta de enseñanza en inglés, pero también puede adquirir relieve la oferta en castellano, por la presión demográfica de los hispano parlantes. No puede olvidarse que sólo en EEUU hay ya más de 40 millones.
El hecho de que coexistirán másters oficiales y titulaciones propias de postgrado, ¿cómo afectará al reconocimiento o valoración de estas titulaciones?
En este área es imposible "poner puertas al campo”. Las titulaciones oficiales y las no oficiales van a competir en igualdad de condiciones y serán las valoraciones externas y los niveles de inserción los que marquen las pautas a seguir.
¿Recomendaría hacer el máster y postgrado en un país distinto al de origen del estudiante / profesional aprovechando la movilidad que permite el Espacio Europeo de Educación Superior?
Por supuesto que sí, aunque no necesariamente estas estancias deben tener una duración elevada. Creo que el contacto con otras culturas y modelos es siempre enriquecedor.
En cuanto a la financiación de estos estudios, ¿está previsto dotar de ayudas desde la administración para promover este tipo de formación? ¿Con qué ayudas económicas cuentan empresarios y empleados para sufragar estudios de máster y postgrado?
No tengo información suficiente sobre la primera pregunta, aunque sé que existen bastantes becas para estudios en el extranjero. En relación con la segunda cuestión, existen también algunas iniciativas, entre ellas de alguna Cámara de Comercio, que consideran estratégico el apoyo del empresario en este tipo de formación.
¿Cree que las empresas son impulsoras de la formación continua de sus empleados y fomentan o facilitan que éstos realicen másters y postgrados?
La gran empresa, abierta al exterior, es más proclive a impulsar este tipo de formación. Desde luego, los empresarios son cada vez más conscientes de la necesidad de cuidar a los recursos humanos y hacerlos más competitivos.
