Encuentra tu curso ideal
9%
Humanistas en extinción
Artículo de opinión
El sistema universitario español es imperfecto, altamente mejorable y - por supuesto - criticable. Y la licenciatura de Humanidades no es una excepción dentro del sistema. Debemos trabajar para detectar los puntos débiles, las incoherencias, las lagunas, los errores, etc. Tenemos que realizar una autocrítica seria desde todos los colectivos implicados en la educación superior de este país: alumnos, profesores, instituciones académicas y poderes públicos. No desaprovechemos esta gran oportunidad para hacer tantas reformas como sean necesarias con el fin de trabajar por un sistema educativo digno.
Dicho esto, la mejor solución no parece ser la de eliminar nuestra titulación. Estamos hablando de borrar del mapa nacional una carrera universitaria que el Estado ha ofertado durante 12 años. Actualmente la titulación de Humanidades está presente tanto en el catálogo de licenciaturas como en los estudios de tercer ciclo (doctorado) que imparten 29 universidades españolas.
Los alumnos de Humanidades de la Universidad Carlos III de Madrid han manifestado su total desacuerdo con la decisión tomada por la Subcomisión y entienden que sus miembros carecían de la información necesaria para realizar dicha evaluación:
En primer lugar, de las 7 Universidades participantes en la Subcomisión, tan sólo 2 de ellas
imparten la licenciatura de Humanidades.
En segundo lugar, la Subcomisión ha redactado su informe sin estar en posesión de todos los datos referentes a los contenidos del nuevo grado, cuyo diseño se está definiendo desde mayo de 2003, cuando comenzaron los trabajos de la Comisión Interuniversitaria nombrada por todas las Universidades, tanto públicas como privadas, que imparten la Licenciatura de Humanidades.
En tercer lugar, no podemos aceptar como válidos los criterios aducidos para la exclusión de Humanidades, especialmente aquellos que han trascendido a la prensa y que afirman que se trata de un título "demasiado generalista” y "poco adaptado al mercado de trabajo”: Resulta que el principal valor de la carrera de Humanidades reside en la interdisciplinariedad de su plan de estudios; por otro lado, el mercado laboral no puede ser considerado un factor decisivo a la hora de valorar la formación intelectual de las personas.
¿Alguno de los miembros de la Subcomisión se ha parado a pensar en todos aquellos estudiantes que actualmente cursan la licenciatura de Humanidades o en aquellos que ya son licenciados? Se trata de personas que de forma libre, consciente y responsable han elegido estudiar la carrera de Humanidades y que ahora ven cómo un grupo de 13 "expertos” sentencia que se han equivocado, que su voluntad no vale nada, que se trata de una licenciatura prescindible y - por tanto - que ellos también son prescindibles en nuestra sociedad.
Dicen que lo mejor es hacerla desaparecer, y con ello desprecian a todos aquellos que un día valoramos nuestras posibilidades de futuro de acuerdo a nuestros intereses, nuestras expectativas, nuestra forma de concebir el mundo, y finalmente escogimos una formación multidisciplinar que nos aportase una visión amplía de la realidad en la que vivimos; un espacio para intentar construir un discurso propio a partir del conocimiento de lo que otros han pensado, escrito y hecho antes que nosotros; una oportunidad de aproximarnos al mundo que nos rodea desde muy diferentes perspectivas, todas ellas relacionadas entre sí, todas ellas necesariamente dependientes unas de otras: Filosofía, Historia, Ética, Estética, Política, Arte, Sociología, Derecho, Economía, Lingüística, etc. Todas son materias que dan nombre a nuestras asignaturas.
Pero también tenemos respuesta para aquellos que se posicionan en contra de la licenciatura de Humanidades tras una pretendida visión más pragmática de la sociedad y del mundo en el que vivimos: a todos ellos queremos recordarles que los licenciados en Humanidades - gracias al alto grado de versatilidad que define su formación - pueden desarrollar su actividad profesional en un amplio campo laboral: como asesores en editoriales, correctores, críticos literarios y documentalistas, así como en la conservación y ordenación del patrimonio cultural. Asimismo están capacitados para la docencia y la investigación, en centros públicos y privados, en el ámbito de la formación humanística interdisciplinar, y pueden desempeñar funciones flexibles y polivalentes en empresas e instituciones sociales, y en la administración pública.
Señores subcomisarios y señores empresarios, se trata de algo que está al alcance de la vista de cualquiera, sólo hace falta tener ganas de verlo.
Deja tu comentario
Publicado
Lo más leído
Lo último
Suscríbete a nuestras publicaciones