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Las Humanidades en peligro de extinción<br> El pensamiento único se sale con la suya

Artículo de opinión


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José Luis Fernández Santillana, Secretario General de la Federación de Enseñanza de Unión Sindical Obrera (USO)
Para la Federación de Enseñanza de Unión Sindical Obrera (USO), el debate sobre la reforma de las carreras de Humanidades y la presencia en general de las lhumanidades en los estudios no universitarios no es nueva en la educación española. Desde hace años asistimos a un espectáculo ciertamente hipócrita: por un lado, todos los grupos políticos, sindicatos, asociaciones profesionales, etc., sin excepción, salen en defensa de la importancia de las humanidades para el futuro de nuestra sociedad y de la humanidad; incluso, a estos mismos colectivos, sobre todo a los políticos, se les cae hasta la baba cuando hablan de la lectura y de "El Quijote”. Por otro lado, sin inmutarse, se aprueban leyes que van poco a poco rebajando el peso de estas enseñanzas en los niveles no universitarios y universitarios. Cuesta entender cómo pueden darse a la vez dos discursos tan contradictorios. Ahora mismo, en los medios de comunicación, todos los días aparecen artículos que no paran de alabar la necesidad de "humanizar” todas las enseñanzas, a la vez que la mayoría de los grupos políticos y los sindicatos que se autocalifican de progresistas, por ejemplo, están a favor de una ley que margina la asignatura de la Filosofía en beneficio de una asignatura tan poco consistente y tan light como "Educación para la Ciudadanía”. No acabamos de entender cómo puede haber profesionales de la educación que apoyen una medida que ya se encargarán de disfrazar con todo tipo de argumentos demagógicos, como ya están haciendo por cierto los responsables del Ministerio de Educación.

Algunos se han pasado toda la vida manifestándose en contra de los criterios mercantilistas aplicados a la educación; ahora, cuando tienen la sartén por el mango, aplican estos criterios para justificar el adelgazamiento de las humanidades diciendo que no tienen suficiente demanda social y que las enseñanzas deben adaptarse a los nuevos tiempos. O sea, mercantilismo puro y duro.

Para la Federación de Enseñanza de USO, estas medidas, en la Universidad y en las enseñanzas no universitarias, son una burla hacia todas aquellas personas (profesionales, alumnos y profesores) que consideran las humanidades lo más propio y significativo del ser humano. Marginar por decreto estas asignaturas supone abandonar el ideal de que la escuela sea un espacio de reflexión para el ser humano (cuestiones, dicen algunos, demasiado etéreas) y dedicarse a impartir meras cuestiones técnicas, más fáciles de medir y cuantificar su rentabilidad.

En concreto, la Federación de Enseñanza de USO ha presentado al Ministerio de Educación una serie de enmiendas que defienden la importancia de las humanidades para el futuro de los alumnos. Para nosotros, el Gobierno debería preocuparse de que se garantizasen estas enseñanzas en los institutos mucho más que traficar, como está haciendo, con la asignatura de "Educación para la Ciudadanía” con el fin de conseguir los necesarios números de votos que le permitan su implantación-imposición.

Repetimos que de nada sirven los discursos llenos de florituras y florilegios (últimamente, los responsables del Ministerio de Educación no hacen otra cosa cuando se les pregunta sobre este asunto); lo que hace falta es una decidida apuesta por un tipo de enseñanzas que de verdad aportan más al ser humano que cualquier otro tipo de asignaturas, por mucho que estén de moda. Si nos dejamos llevar por las modas, el futuro educativo se presenta ciertamente negro.
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