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"La formación que proporciona la carrera de Humanidades amplia el abanico de salidas profesionales posibles, subrayando el desarrollo de competencias. El 91% de los licenciados en Humanidades desde 1997 está hoy trabajando"

Entrevista


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Entrevista a Mª Lourdes Campos Romero, Coordinadora de Humanidades de la Universidad de Castilla-La Mancha y Coordinadora de la Comisión Interuniversitaria de la Red Universitaria de Humanidades
La Comisión Interuniversitaria de Humanidades formada por diez decanos y directores, fue nombrada por todas las Universidades, públicas y privadas, que imparten la Licenciatura de Humanidades constituidas como Red, y cuya coordinación para la elaboración del Libro Blanco del futuro Título de Grado de Humanidades recayó en la Universidad de Castilla-la Mancha. Esta Comisión, de la que Mª Lourdes Campos Romero es Coordinadora, ha elaborado un Libro Blanco sobre el Grado de Humanidades por encargo de la ANECA (Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación), para proponer el diseño de un título de Grado en Humanidades adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES). El Libro Blanco se entregó a la ANECA el pasado 10 de mayo para su evaluación. Posteriormente la ANECA lo presentará al Consejo de Coordinación Universitaria (CCU), organismo que forma parte del Ministerio de Educación y Ciencia y máximo órgano consultivo y de coordinación del sistema universitario.

Por otro lado, el CCU ha nombrado una Subcomisión de Humanidades para el estudio de todos los títulos de este área universitaria, con el fin de que eleve una propuesta de titulaciones adaptadas al EEES. La propuesta de la Subcomisión tiene valor consultivo y no vinculante, ya que después será revisada por un comité de expertos y por la Comisión Académica del CCU, que será quien presente ante el Ministerio de Educación la propuesta final de Títulos de Grado universitarios. El catálogo de títulos definitivo debe decidirlo en última instancia el Ministerio de Educación, quien lo enviará al Consejo de Ministros para su aprobación definitiva.

El proceso de reforma de las Humanidades acaba de empezar. El Ministerio de Educación prevé que el catálogo definitivo entraría en funcionamiento en el 2010, previa aprobación del Gobierno. Eliminar la carrera de Humanidades por ser poco demandada en el mercado de trabajo, refundir las filologías en una sola carrera de "Lenguas y Literaturas Europeas”, son algunas de las propuestas de la Subcomisión. ¿Cuál es su opinión sobre la propuesta para la reforma de las Humanidades?

El proceso de reforma del catálogo de Títulos universitarios, parte de la necesidad de adaptar nuestras enseñanzas al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), de acuerdo al espíritu y letra de Bolonia. Pero como muy bien acaba de declarar el responsable de educación superior de la Comisión Europea, Peter Van del Hijden, los cambios no implican la desaparición de títulos ya que esta circunstancia no está recogida en Bolonia.

Por tanto, en España se está utilizando Bolonia como pretexto para hacer una serie de cambios de acuerdo a unos intereses poco definidos y corporativos. De ahí, que la Subcomisión de Humanidades haya tomado decisiones a priori, sin conocer los contenidos de los Libros Blancos que se han elaborado, o se estaban elaborando, para realizar una propuesta, todavía no definitiva de momento, de cuáles deberían ser los títulos de Grado que han de existir en el futuro mapa de titulaciones. Han seguido al pie de la letra las recomendaciones o directrices del Ministerio de que había que "recortar y reducir” el número de títulos, y es así como han decidido en unas primeras conclusiones, la desaparición del Título de Humanidades junto con Historia del Arte y varias Filologías. Para el Ministerio la reforma debe comportar la posibilidad para "reflexionar y revisar algunas formaciones que estaban un poco anticuadas, que no se correspondían con la evolución de la sociedad”. Precisamente, si hubieran consultado el Libro Blanco del Título de Grado en Humanidades (a tiempo están de ello), habrían podido comprobar que la propuesta que en él se hace, se adapta exactamente a las nuevas demandas del mercado laboral de acuerdo con la evolución que la sociedad está experimentando, ya que el Título de Humanidades es el más novedoso en este sentido y demuestra que está consolidado y reconocido, con clara relevancia social y fuertemente demandado por muchas empresas.

En un comunicado de la Comisión Interuniversitaria ustedes señalan que les resulta sorprendente la publicación de la propuesta de la Subcomisión de Humanidades con anterioridad a disponer del Libro Blanco del Grado de Humanidades ¿Por qué cree que la Subcomisión se ha adelantado a presentar su propuesta sobre las titulaciones de Humanidades aún sin disponer de todos los datos posibles?

Posiblemente, habrá sido por tratar de cumplir los plazos previstos por los que el 1º de mayo debían de haberse elevado las propuestas por todas las Subcomisiones. Pero, ahora, y ante la polémica que se ha desatado, no tendrán más remedio que retrasar tales propuestas. Es posible que antes de que finalice el mes de mayo se aprueben definitivamente las propuestas de cada Subcomisión, que hasta el momento eran con carácter provisional y no definitivo. Opino, que en el caso concreto del Título de Humanidades partían ya de un acuerdo previo de que no debía de mantenerse -motivo que no alcanzo a comprender-, sin entrar en mayores consideraciones, pero sin moverles a consultar la información documental que la Comisión Interuniversitaria de Humanidades había enviado a un miembro de dicha Subcomisión.

¿Existe algún tipo de coordinación entre la Comisión Interuniversitaria en la que usted participa y la Subcomisión de Humanidades del CCU?

Por supuesto. Ya en el mes de febrero se puso en contacto conmigo D. Alfonso Bullón de Mendoza, rector de la Universidad Cardenal Herrera-CEU de Valencia, miembro de la Subcomisión de Humanidades, para solicitarme información y datos para redactar un informe sobre la "defensa” del Título de Grado en Humanidades, ante la no existencia del Libro Blanco que estábamos en esos momentos redactando. Le envié no sólo dicha información sino también el borrador del diseño de la estructura del Título, sus objetivos y los perfiles profesionales que habíamos definido. Por tanto, no pueden aducir que desconocían dicha información, aunque me aseguró que ellos habían manejado otras fuentes de información, que por lo que hemos podido comprobar no se correspondía con los datos que nosotros habíamos obtenido a lo largo de nuestro trabajo.

El informe de la Subcomisión argumenta que la no inclusión del título de Humanidades se debe a que lo considera "demasiado generalista" y "poco adaptado al mercado de trabajo". ¿Por qué se rechazan estos argumentos desde la Comisión Interuniversitaria?

Los argumentos que presentan son totalmente inaceptables por no corresponderse en absoluto con la realidad. En primer lugar, si nos atenemos al espíritu de Bolonia e incluso al mismo Decreto de Grado aprobado por el Ministerio de Educación, expresamente se dice que los Títulos de Grado han de ser "generalistas”. Pero atención, argumentan que son "demasiado” generalistas, quizás ese sea su pecado. Pero ¿quién decide lo que es "poco” o "demasiado” generalista?. Precisamente el ser generalista es el principal valor y activo del Título de Humanidades, ya que lo de "generalista” que hay en el título son los contenidos, mientras que la formación es multidisciplinar transversal y versátil, sin que ello suponga pérdida alguna de rigor ni de interés académico, lo que le convierte en unos estudios sumamente atractivos.

Por este motivo, la formación que proporciona Humanidades amplía el abanico de salidas profesionales posibles, subrayando el desarrollo de competencias antes que la especialización en contenidos. Se puede afirmar que está perfectamente adecuado en su planteamiento y organización a la letra y espíritu de Bolonia en el marco del EEES, que incide en la creación de títulos generalistas y multidisciplinares para el nivel de Grado (la especialización sería lo propio del posgrado). Además, el proyecto responde perfectamente a los modelos universitarios de los países europeos de referencia, con los que puede ser fácilmente comparable con una estructura de Grado de tres años como en Europa.

En segundo lugar, el argumento de "que está poco adaptada al mercado de trabajo” podemos asegurar que es totalmente erróneo, pues gracias a lo anteriormente expuesto -versatilidad, polivalencia y capacidad de adaptación a nuevos entornos-, el 91% de todos los licenciados en Humanidades en el estado español desde 1997 (primera promoción), están hoy trabajando, y los que terminaron en el año 2004 alcanza hasta el 53%. El 65% encuentra trabajo en los dos primeros años posteriores a su licenciatura y un 41% en el primer año. Sus salidas laborales se encuentran, en el mundo de la gestión cultural, la comunicación y las nuevas tecnologías, la conservación y difusión del patrimonio, el turismo cultural, la arqueología, la enseñanza no universitaria, en editoriales, en ONGs, etc., tanto en la empresa privada como en la administración pública. Licenciados en otras carreras de Letras se encuentran en mucha peor situación.

¿Con qué datos o argumentos cuenta la Comisión Interuniversitaria a favor de la continuidad de la Licenciatura de Humanidades?

Los argumentos con que cuenta la Comisión Interuniversitaria a favor de la continuidad de la Licenciatura de Humanidades, han quedado claramente expuesto en la respuesta anterior. Podríamos añadir que la evolución de la demanda es bastante aceptable, pues superado un ligero descenso hace dos años, ya desde el año pasado se observa una clara recuperación con un incremento de alumnos matriculados. No debemos olvidar que se trata todavía de una Licenciatura joven, creada por Real Decreto 913/1992, de 17 de junio y que se imparte desde el año 1993, en veintinueve universidades y treinta y tres centros. Es ahora cuando comienza a estar reconocida y consolidada y cuando es mayor la demanda, ya que por sus contenidos se hace muy atractiva también para aquellas personas que siendo ya universitarias desean ampliar sus conocimientos, a la vez que sirve como trampolín para que sus licenciados continúen su formación especializándose con otros estudios.

La Secretaria General del CCU ha remarcado en los últimos días que todavía "es imposible” aventurar una desaparición de la Licenciatura de Humanidades” y que "el proceso se encuentra en una fase muy inicial”. ¿Cómo valora estas declaraciones?

Como lo que son, declaraciones que no voy a poner en duda pues ciertamente estamos en la fase inicial de un proceso que ha de ser más largo, pero no tanto como para que después del verano no esté ya aprobado el catálogo definitivo de títulos. Esperamos que la Subcomisión de Humanidades reflexione y decida finalmente incluir el Título de Humanidades, entre los propuestos que ha de elevar al Consejo de Coordinación Universitaria. Si así no fuera, tendríamos entonces que confiar en que en el Ministerio reine la cordura y sensatez y se planteen la modificación de dicha propuesta. Por ello, ahora es el momento de hacer llegar y dejar oír nuestra opinión, no después cuando sea ya demasiado tarde.

Una vez terminada la elaboración del Libro Blanco, ¿la Comisión Interuniversitaria tiene previsto continuar participando en el debate sobre las titulaciones del área de Humanidades, en general, y sobre la Licenciatura del mismo nombre, en particular? ¿Cómo?

El Libro Blanco ya está terminado y entregado en la ANECA, como se ha señalado antes. Ante la situación que se ha planteado no nos queda más remedio que participar en el debate que se ha suscitado, valiéndonos de todos los argumentos de peso que tenemos y utilizando todos los medios que tengamos a nuestra disposición, tanto prensa escrita, como radio y televisión, para que se conozcan nuestras razones. Además, la Red Interuniversitaria de Humanidades sigue participando en este debate a nivel individual en cada Universidad y Comunidad Autónoma, y a nivel general a través del manifiesto que suscribió el pasado 4 de mayo y que se ha hecho llegar a los rectores de todas las universidades implicadas. No se descarta solicitar una entrevista a la Directora General de Universidades, al Secretario de Estado y si fuese necesario a la misma Ministra. Y a la Secretaria General del Consejo de Coordinación Universitario tiene en su poder una copia del Libro Blanco que hemos realizado.

Mientras aumentaban las plazas ofertadas, en los últimos años ha bajado la demanda de alumnos. ¿A que cree que se debe la disminución del interés por esta titulación? ¿La sociedad ya no demanda licenciados en Humanidades?

No estoy muy de acuerdo con que las plazas ofertadas hayan ido aumentando, aún al contrario, se han reducido en el conjunto de la Universidad española para adecuarla a las circunstancias derivadas de la propia dinámica demográfica, y tampoco esa oferta y esa demanda sigue siendo la misma que hace años según en que titulaciones. Tampoco estoy de acuerdo con que haya disminuido el interés por esta titulación, pues como he indicado antes, hoy día está experimentando un nuevo incremento la matrícula por el atractivo que supone para muchas personas que desean ampliar y completar su formación, además de los estudiantes que proceden de la Selectividad. Actualmente ya se valora el Título de Licenciado en Humanidades, como pone de manifiesto la demanda que de ellos presentan algunas empresas. Según los datos de la Fundación Universidad-Empresa, las carreras dentro del campo de las Letras más demandadas son, junto con Humanidades, las diferentes Filologías Modernas, Traducción e Interpretación y Antropología Social y Cultural. Curiosamente, salvo Traducción e Interpretación y Antropología, las demás no se contemplan de momento en la propuesta de los nuevos Títulos de Grado.

El debate sobre la continuidad o desaparición de la Licenciatura de Humanidades, ¿es un problema exclusivo del sistema universitario español o afecta a otros países de la Unión Europea?

Este problema no se ha presentado con igual intensidad ni con igual contenido en otros países de la Unión Europea, por la simple razón de que han llevado a cabo la reforma antes que nosotros y partían de una estructura muy diferente. No existen carreras tan especializadas como en España y de tan larga duración. Lo común es partir de un título más generalista como primer nivel o ciclo para continuar con un segundo de especialización académica y profesionalizante denominado "minor”, "master”, ”mención”, etc. Presentan una estructura muy compleja, en el mayor número de casos de tres años para el primer nivel y de dos para el segundo. Un tercer nivel sería el que conduce a la obtención del doctorado. Además, en muchos países europeos, un título como el nuestro de Humanidades no aparece con esa única denominación, sino unido con otros estudios del campo de las Humanidades y las Ciencias Sociales, con un primer nivel de tres años, seguido de un segundo de especialización o "minor” y de ahí nombres como "Humanidades y empresa”, "Arte y Humanidades”, etc.

No conozco con exactitud como se ha llevado a cabo la reforma pero a tenor de los títulos hoy reconocidos tras la reforma, las Humanidades por supuesto que se han mantenido e incluso potenciado con las dobles titulaciones.

La Subcomisión de Humanidades ha manifestado que su trabajo se encuentra "en la línea de tratar de concebir de otro modo los estudios y su estructura para buscar su flexibilidad y su transversalidad, y no con la perspectiva de suprimir o no títulos concretos”. Según su opinión ¿la reducción de titulaciones es compatible con un aumento de flexibilidad y transversalidad en los estudios?

El proyecto que hemos presentado en el Libro Blanco sobre el nuevo Título de Grado en Humanidades, está claramente inspirado en esos supuestos: la flexibilidad y la transversalidad, que es su principal activo y por lo que es tan adecuado para un amplio mercado de trabajo. No creo que haya ningún otro título universitario más flexible y transversal que el nuevo título de Humanidades. Por otro lado, no veo tan claro la necesidad de la reducción de titulaciones con el fin de aumentar dicha flexibilidad y transversalidad.

¿Se imagina una sociedad en el futuro con ausencia de titulaciones del área de Humanidades?¿Cómo ve el futuro de las Humanidades?

Por imaginar podemos imaginar lo que queramos y en el supuesto de un futuro sin el estudio de Humanidades este sería verdaderamente triste, aburrido, adocenado y por supuesto inculto. Eso si, habría muchos especialistas en ingeniería, arquitectura, medicina, técnicos de todo tipo, matemáticos...etc, pero ¿de qué se podría hablar con ellos? ¿Qué sensibilidades podríamos compartir? ¿Qué inquietudes les asaltarían? No deseo imaginar un futuro así, por lo que no puedo dejar de afirmar que las Humanidades tendrán su lugar, el lugar que verdaderamente les corresponde, un futuro importante e interesante y necesario para el progreso de la sociedad.

Desde el punto de vista de la persona, los estudios de Humanidades enriquecen al individuo; potencian el interés por todas las disciplinas del saber y el conocimiento y hacen aprender métodos y sistemas para reflexionar, investigar y relacionar ideas y contenidos procedentes de áreas muy diversas, su gran riqueza.
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