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Educación y Nuevas Tecnologías

Artículo de opinión

Toda la investigación y avance de las nuevas tecnologías en el mundo académico carecería, al menos parcialmente, de sentido si no tuviese plasmación en el mundo empresarial, que es el motor de la economía en la que nos movemos.


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Pablo Gallego Rodríguez, Profesor-tutor del Campus Virtual de la Universidad San Pablo-CEU.
La aparición de la informática hacia mediados del siglo pasado supuso un cambio enorme en relación al almacenamiento y archivo de datos así como a la evolución de las comunicaciones. En 1960 nace otra tecnología punta, la de Internet, que se convierte en una revolución sin precedentes en la comunicación y transmisión de información. Sus efectos se han dejado notar en el ámbito de la educación y ya en el siglo XXI somos incapaces de concebir la educación al margen de las TIC, pues en la red es posible leer, escuchar, ver, interactuar en tiempo real o asíncrono, enviar documentos de todo tipo, formar una comunidad y ello sin olvidar que su capacidad es ilimitada. La educación es un pilar básico de la sociedad que va más allá del aprendizaje en el aula y de la formación tradicional a distancia. Surge, gracias a Internet, el fenómeno del aprendizaje electrónico, que permite el acceso a la red con fines educativos de formación académica y profesional.

Las TIC no modifican la esencia de la educación, pero ofrecen más posibilidades, de manera que hacen efectiva la igualdad de oportunidades mediante el acceso a la información desde cualquier lugar. La red rompe con las barreras de espacio y tiempo en la transmisión de conocimientos; las nuevas tecnologías se centran en la captación de información y poseen enormes capacidades para almacenarla, manipularla y distribuirla.

En general se llama e-learning al conjunto de tecnologías, aplicaciones y servicios orientados a facilitar la enseñanza y el aprendizaje a través de Intranet/Internet, que facilitan la comunicación y el acceso a la información.

La educación a distancia fue la primera en incorporar las nuevas tecnologías como una herramienta más en su metodología docente (el campus virtual se incluye dentro de las modalidades de educación a distancia). Debemos ser conscientes de que el uso indiscriminado de las TIC en la educación no es garantía de éxito. El éxito se basa en un modelo pedagógico innovador e imaginativo que fomente la adquisición de conocimientos de forma sistemática y que estimule la capacidad del estudiante de seguir su formación una vez que le ha sido abierto el camino. Internet aporta flexibilidad, apertura, eficacia, privacidad y sobre todo interactividad a la formación académica. La red de redes no rompe todas las bases teóricas pero el cambio procederá del modelo pedagógico, de la formación, intención y decisión del educador (el pedagogo y el creador de contenidos); si bien, la labor del experto informático en el diseño de estos y en la accesibilidad y fácil manejo de las herramientas serán elemento esencial del éxito de la propuesta formativa que tenga como soporte la red; no olvidemos la importancia de las estrategias de enseñanza-aprendizaje, la metodología, los recursos y su organización y los sistemas de comunicación. La educación virtual presenta características que la diferencian de la educación a distancia tradicional, como la relación entre alumno y formador por medios de comunicación no presencial, (asíncrona) y con apoyo en métodos, técnicas y estrategias diseñadas para esta concreta modalidad.

Toda la investigación y avance de las nuevas tecnologías en el mundo académico carecería, al menos parcialmente, de sentido si no tuviese plasmación en el mundo empresarial, que es el motor de la economía en la que nos movemos. La evolución continua del mundo empresarial y la necesidad de adaptar la oferta a las necesidades del mercado de la manera más eficiente posible se plasma en la necesidad de formación de los empleados. La formación contribuye a un mayor incremento de la productividad y competitividad de la empresa y a mejorar el desarrollo profesional de las personas que la integran. El gasto en formación se convierte así en una inversión estratégica de las empresas.

Para finalizar, sería importante señalar que en el mundo de las nuevas tecnologías se pone de manifiesto la insuficiencia del Derecho actual para responder eficazmente a las muchas necesidades surgidas que afectan, no sólo a elementos institucionales, económicos o materiales, sino también a la esfera personal e incluso a los propios derechos fundamentales.

Por ello, es necesario una legislación básica internacional, así como unos códigos de conducta que faciliten la seguridad jurídica y la adaptación de las normas a los nuevos avances en materia informática y de telecomunicaciones que son el marco base en el que se desarrolla la actividad formativa del e-learning.

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