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"Sin duda el tener un lugar en donde se concentra la información y en donde los propios usuarios se aconsejen los unos a otros sobre la propia oferta, podría ser un paso más en la calidad de la oferta de productos y servicios educativos on line."

Entrevista


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Entrevista a Imma Marín Santiago, Asesora pedagógica de la FUNDACIÓN CRECER JUGANDO; Directora de MARINVA Juego y educación.
¿Podría clasificar, grosso modo, los diferentes productos educativos existen? ¿Y qué división destacaría en cuanto a servicios educativos?


Una posible clasificación, atendiendo a los servicios on line, y sin diferenciar tipo de público destinatario, podría ser la siguiente:
- Formación (e-learning)
- Asesoramiento (FAQs, foros, consultorios…)
- Información - Recursos (directorios, artículos, bases de datos especializadas…)
- Comunicación e intercambio entre usuarios (comunidades virtuales, proyectos colaborativos en red…)
- Acceso a contenidos educativos diversos (enciclopedias, juegos, actividades…)


¿Cómo podemos identificar si un producto educativo es de calidad? ¿Y un servicio educativo?


Las principales claves, a tener en cuenta y valorar, las podríamos resumir de la siguiente manera:
- Si se adecua al perfil de los usuarios destinatarios y satisface sus demandas o necesidades, tanto en cuanto a su contenido como a su manera de presentarlo (diseño gráfico, ilustraciones. interactividad, etc.)
- Si estructura bien sus contenidos y muestra un diseño agradable e intuitivo.
- Si ofrece información actualizada.
- Si presenta un equilibrio entre la cantidad y la calidad de la información que se ofrece. No se trata de ofrecer mucho sino de ofrecer lo útil y riguroso.
- Debería contener herramientas que permitan recoger tanto el uso que de él hacen los usuarios, como la valoración de éstos, con el objetivo de recoger y aprovechar las propias aportaciones de los usuarios.
- Si cumple con las normas de legalidad y seguridad necesarias.
En el caso de los servicios de comunicación, es fundamental como elemento de calidad la existencia de herramientas de gestión y responsables de la dinamización de los espacios.


En este sentido, ¿existe alguna entidad que vele por la calidad de los productos y servicios educativos?


No existe, en la actualidad, una "entidad” reguladora específica para los servicios/productos educativos. Son los propios usuarios, quien con su mayor o menor participación, legitiman esos servicios y productos.


En el momento de realizar la adquisición de un producto o servicio educativo ¿qué aspectos deberíamos tener en cuenta? ¿Qué criterios deberían regir la elección?


Estos criterios van a depender tanto del tipo de producto o servicio, como del uso que vayamos a quererle dar. No es lo mismo hablar de un CD de software educativo, o de un videojuego para jugar en línea que de una pantalla táctil en donde proyectar. En cada caso deberemos definir muy bien con qué objetivo vamos a utilizar ese material, qué uso vamos a darle, a que edades lo dirigiremos, durante cuanto tiempo nos ha de resultar válido, etc.


¿Qué necesidades destacaría relacionadas con los productos y servicios educativos en los centros educativos?


Las principales necesidades, a mi parecer, se situarían a dos niveles:
- Recursos infraestructurales: ordenadores potentes y suficientes para poder trabajar con toda un aula de manera habitual y cotidiana, buenas conexiones que no fallen, cableado en toda la escuela para poder trabajar en red, pizarras electrónicas, etc.
- Recursos humanos: no solo el responsable de informática, sino además y sobretodo, alguien encargado del "contenido”, atento a las novedades, facilitando las páginas web más adecuadas para cada contenido curricular, etc. Sería la persona que puede "acompañar” al resto del equipo docente en la tarea de integrar el uso de las TIC en el proceso de aprendizaje de las diversas materias.
En este sentido es necesaria una formación permanente del profesorado, no tanto tecnológicamente como se ha hecho hasta ahora, sino en la actualización y reflexión de las didácticas que requiere un modelo de formación/escuela acorde con las necesidades de la sociedad de la información. Se trata de dotarles de habilidades y capacidades para incorporar el uso de las TIC como un recurso más en la metodología de enseñanza-aprendizaje de cada materia o área del currículum, de manera que se viva como un nuevo recurso y no como una nueva carga.
Por otro lado, los servicios educativos para la escuela, desde mi punto de vista, deben tener en cuenta cada vez más una oferta y un planteamiento que también los haga útiles fuera de la escuela. Bien como recurso extraescolar y de enlace entre la escuela y su entorno, bien como una vía de comunicación con las familias.


En general, ¿cuáles son los déficit más habituales en lo que respecta a productos y servicios educativos?


Quizás, el primero y principal, es la escasez y dispersión de la oferta. Por otra parte, muchos de estos productos y servicios todavía resultan excesivamente crípticos y complicados para los usuarios (docentes, educadores) etc. poco acostumbrados a su uso.
Tampoco existen canales consolidados de información a los docentes y padres sobre este tipo de productos y servicios.


¿Actualmente, dónde se dirigen, habitualmente, los profesionales de la educación (docentes, directores / as de centros educativos...) para adquirir productos y/o servicios educativos?


Normalmente se utiliza, en primer lugar, Internet como recurso informativo. Allí está todo lo que uno necesita saber, ¡si sabe buscarlo! Si el producto o servicio es gratuito o se ofrece on-line, su solicitud se hará en la propia web. En el caso de productos multimedia, serán los distribuidores escolares habituales o las propias editoriales a donde se recurrirá.
Las ferias como INTERDIDAC en Madrid o EXPODIDÁCTICA en Barcelona, también resultan un lugar utilizado y apreciados por las escuelas.


¿Considera necesaria la presencia de profesionales especialistas, en los lugares de compra y venta de servicios educativos, para asesorar e informar a los/as usuarios / as en la elección y adquisición de productos y servicios educativos?


No sé si necesaria, pero si recomendable. No solo en los lugares de compra y venta, sino también en el momento de la creación de esos servicios y productos multimedia. En primer lugar porque la interdisciplinaridad resulta normalmente enriquecedora y en segundo lugar, porque, al igual que en los libros de texto, los docentes y educadores aportan un conocimiento importantísimo para el éxito y la calidad del producto.


Por su parte, ¿las familias dónde se dirigen o pueden dirigirse para informarse o asesorarse antes de adquirir un producto educativo o contratar algún servicio?


Hablamos de productos on line y por lo tanto la propia red resulta un primer buen lugar para informarse. Buscadores, páginas especializadas y foros de comunidades virtuales resultan buenos lugares donde dejarse asesorar.
Sin embargo, a las familias les resulta muy difícil encontrar otros espacios más profesionales donde preguntar y asesorarse. Suelen recurrir a los maestros, por lo que se refiere al contenido y tiendas especializadas , en lo que se refiere al maquinario.
Las escuelas de padres, a través de jornadas o charlas pueden ser también y de hecho algunas ya lo son, una fuente informadora y orientadora eficaz.


En su opinión, ¿de qué manera han influido las nuevas tecnologías en el diseño, desarrollo, producción y distribución de productos y/o servicios educativos?


Creo que la mayor influencia esta todavía por ver, ya que la escuela todavía no resulta lo suficientemente permeable. Sin embargo, las TIC han propiciado poner al alcance de docentes, educadores y familias información hasta ahora dispersa y difícilmente accesible.
Portales de internet especializados, en el que se ofrece información al consumidor, bien estructurada y organizada, de manera que no desborde y sea asumible y útil, son cada vez más frecuentes y bien valorados. La gratuidad de esos portales los hace también muy accesibles y de gran influencia.
La web ludomecum.com resulta un excelente ejemplo. Dirigida a padres, educadores y docentes, con información detallada y específica para cada uno de los tres perfiles y elaborada por especialistas. Su objetivo es ofrecer información sobre los juguetes, que difícilmente encontraremos en el lineal de una gran superficie y que en muchos casos tampoco en los comercios van a poder o saber darnos. En este caso, las TIC han hecho posible un servicio de información y de educación del consumidor sobre un tema evidentemente educativo como es el juguete como herramienta educativa.


¿Qué opinión le merece un marketplace que reúna la oferta y la demanda de servicios y productos educativos? ¿Qué consecuencias positivas considera que se obtienen de este encuentro virtual para el sector educativo?


Esta sería una excelente idea para combatir la dispersión de la oferta y la falta de información general. De hecho, ya existen primeros pequeños pasos en este sentido, como podrían ser la oferta del Programa de Actividades Educativas que están llevando a cabo algunos ayuntamientos como el de Barcelona.
Sin duda el tener un lugar en donde se concentra la información y en donde los propios usuarios se aconsejen los unos a otros sobre la propia oferta, podría ser un paso más en la calidad de la oferta de productos y servicios educativos on line. Aunque evidentemente, todavía harían falta resolver otras dificultades.

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