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El Gobierno da los primeros pasos para reformar las leyes educativas del PP
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En primer lugar, la ministra ha convocado la conferencia de consejeros, de la que forman parte los titulares de Educación de todas las Autonomías. En esta reunión se les entregará el texto elaborado por la propia Administración Educativa central para cumplir el compromiso que asumió el PSOE en la campaña electoral y que no era otro que reformar las leyes educativas aprobadas por el PP. Tras su reunión con los representantes autonómicos, la ministra comparecerá ante la Prensa y, después, acudirá al Consejo Escolar del Estado.
Nadie, o al menos esto es lo que sostiene el Ministerio, tiene en sus manos el documento para el debate, pero después de los ríos de tinta, de los innumerables discursos y hasta de las filtraciones intencionadas de los sectores más próximos al Ministerio en relación con la orientación que debe seguir la reforma, no parece que el documento vaya a deparar grandes sorpresas.
De acuerdo con los quince puntos remitidos por María Jesús San Segundo a los consejeros autonómicos -los del PP no respondieron- para que aportaran comentarios y sugerencias en orden a la elaboración del texto de debate, las propuestas oficiales se orientarán a Educación Infantil, Itinerarios,Reválida, fracaso escolar, escuela concertada, enseñanza de la Religión y Formación Profesional. Además, la introducción de los idiomas y la iniciación a la lectura desde edades tempranas o la ampliación de las nuevas tecnologías en la escuela ocupan lugares destacados. Parece que los preceptos que entraron en vigor el curso pasado -exámenes extraordinarios, calificación numérica, repetición de curso con tres o más asignaturas y gratuidad en Infantil-, no sufrirán modificaciones relevantes.
Por otra parte, se hará especial hincapié en prevenir el fracaso escolar desde la Educación Primaria. Inicialmente, el Ministerio no quiere abrir una guerra escolar y pasará como de puntillas sobre las cuestiones susceptibles de generar mayor conflictividad.
Educación Infantil. Según las propuestas de diferentes sectores proclives al Ministerio y susceptibles de ser aceptadas, se otorgará carácter asistencial al primer tramo (0-3) que la LOCE denomina Preescolar. Al segundo nivel (3-6 años) se le concede rango educativo, voluntario y gratuito. En el debate se incluye la posibilidad de que este segundo ciclo sea no sólo gratuito sino también obligatorio.
Itinerarios.Este precepto está entre los más conflictivos de la ley. Desaparecerá como tal denominación, ya que el Ministerio considera que no garantiza la equidad y la igualdad de oportunidades. Se propondrán programas integrales de compensación educativa en centros y zonas de atención preferente debido a su especial conflictividad o a la situación desfavorecida de los alumnos que de ellas proceden. Si finalmente se plasman las opciones más barajadas, se implantarán medidas para un trato más personalizado de los alumnos, con grupos menores y profesores y educadores sociales. Asimismo, no se descarta aumentar las opciones en el segundo ciclo de la ESO (3º y 4º).
Programas de Inserción Profesional (PIP). Aunque con distinta acepción, se mantendrá algún tipo de programa específico de orientación profesional en el segundo ciclo de la Secundaria, que conducirá al título de ESO. Con esta medida que, de hacerse realidad, sustituiría a los Programas de Garantía Social (para alumnos que no acaban la ESO) se garantizaría un título y se orientaría al alumno hacia el mercado laboral.
Prueba General de Bachillerato (PGB). Se instaurará una sola prueba para acceder a la Universidad, medida con la que los rectores están plenamente de acuerdo, y en ningún caso quedará la opción de que cada centro añada otra específica. La denominación del examen también cambiará y en él intervendrán profesores de Secundaria y universitarios. Posiblemente se otorgará un mayor peso a las materias relacionadas con la carrera que se quiera estudiar.
Enseñanza de la Religión (católica y de otras confesiones). Ésta es una de las cuestiones más polémicas de la reforma y, sin ser la única ni la principal de todas ellas, la que provoca más controversia y en la que el Gobierno está más empeñado para cumplir las promesas electorales que llevaron al PSOE al poder. En principio, y en atención a las demandas de los sectores más aferrados al laicismo militante, se pretendía sacar la Religión del horario escolar, no evaluarla y dejarla sin alternativa. En el caso de la religión católica, los Acuerdos entre el Estado y la Santa Sede limitan estos proyectos, aunque en la propuesta al parecer se intenta otorgar a esta materia el peor horario (al principio o al final del periodo lectivo diario) y dejarla sin alternativa o al menos encomendar a las Comunidades Autónomas la organización de las alternativas.
También se plantea la posibilidad de que otras materias como Historia o Filosofía incluyan enseñanza de las religiones en sus programas. Ahora, la religión es una oferta obligatoria para los centros y de libre elección para los alumnos. Es evaluable pero no cuenta para becas o selectividad.
Concertada. Como principio de actuación, el Gobierno quiere evitar cualquier tipo de fricción con la red concertada aunque, con mano de hierro en guante de seda, intentará sacar adelante sus planteamientos referidos, por ejemplo, a centralizar el proceso de escolarización como ya ocurre en Castilla-La Mancha. Además, se endurecerán las exigencias sobre escolarización de inmigrantes. De hecho, la decidida apuesta por la enseñanza pública impregnará todo el proyecto.
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