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Si te suena a chino ¿estás perdido?
Artículo de opinión
Cuentan que un agricultor salía al campo con su hijo y no muy lejos del pueblo se encontraron con un extranjero que les saludó: "Good morning, do you speak English?” Incapaces de responder, padre e hijo negaron con la cabeza.
Me gusta esta historia porque pone de manifiesto lo que debería ser una obviedad. Saber un idioma solamente te sirve para comunicarte con otra persona si tenéis un idioma en común. A lo largo de la historia se ha solucionado el problema de la Torre de Babel con el aprendizaje de una lengua franca. Durante la Edad Media el latín se utilizaba como idioma de comunicación internacional, cuando ya no se hablaba a nivel coloquial en Europa, porque lo conocían las personas cultas de muchos países. Durante el siglo 19 y principios del siglo pasado el francés hacía el mismo papel, incluso cuando los interlocutores eran un inglés y un ruso. En 1887 un médico polaco, Ludwig L. Zamenhoff, propuso la creación de un nuevo idioma para facilitar la comunicación entre pueblos del mundo entero y lo publicó bajo el seudónimo que luego dio nombre al idioma, "Doktoro Esperanto”.
Hoy en día no hay duda de que el inglés es el idioma imprescindible para cualquier persona que quiera eliminar las barreras de comunicación que existen a la hora de viajar, comerciar o trabajar con personas de otros países, o hacer investigación u otros estudios académicos fuera de España. Esto plantea la pregunta : ¿tiene sentido aprender otro idioma extranjero que no sea el inglés, como por ejemplo el ruso, el árabe o el chino?
Para mi la respuesta es un sí rotundo, pero teniendo muy claro cuál es tu objetivo y cuánto esfuerzo estás dispuesto a dedicar para conseguirlo. Lo primero que tendrías que hacer es analizar si tu motivación es principalmente pragmática (el conocimiento del idioma te permitirá conseguir trabajo o un ascenso) o el resultado de un interés cultural (entender la cultura de otro país a través del aprendizaje de su idioma es tremendamente enriquecedor). Si en tu caso el motivo es el segundo, ¡adelante!, sin dudarlo. No tendrás prisa, y no tendrás que utilizar tus conocimientos para competir con otras personas en el mundo laboral ni para negociar acuerdos comerciales. Podrás aprender y disfrutar con la tranquilidad de alguien que se apunte a cursos de música o de pintura.
Sin embargo, si pretendes utilizar el idioma como herramienta de trabajo o de estudios tienes que meditar un poco más la decisión. ¿Te puede dar una ventaja competitiva? Si consigues un dominio alto no cabe la menor duda. En un futuro próximo habrá muy pocos españoles con un alto nivel de árabe, de chino o de ruso. Serás un bien escaso, pero un bien escaso en un mercado muy pequeño. Si encuentras una oferta de trabajo o oportunidad de negocio que requiera el uso de uno de estos idiomas no tendrás muchos competidores. Pero hemos visto que una lengua franca (el inglés) obvia la necesidad de hablar chino para hacer negocios con China y además, sirve para trabajar con muchos otros países.
Entonces la siguiente pregunta es: ¿dónde vas a utilizar el idioma? El inglés sirve para comunicarte con clientes o proveedores rusos desde España, pero si vas a vivir y trabajar en Rusia tu necesidad de aprender ruso aumenta considerablemente. Incluso si crees que, en el futuro, puedes trabajar en una empresa china ubicada en España el idioma puede ser importante, no tanto a nivel de comunicación sino para entender mejor la cultura y establecer relaciones personales y profesionales.
Después hay que plantearse el esfuerzo necesario para aprender un idioma "exótico”. Aprender algunas frases hechas puede ser muy útil para demostrar buena voluntad (empresarios españoles que hacen negocios con Rusia han constatado que el simple hecho de poder saludar., presentarse y despedirse en ruso les da una ventaja competitiva sobre otros que no saben ni una palabra, porque los rusos agradecen el "esfuerzo”, lo cual es una reacción típicamente humana y ocurre en cualquier país. Pero conseguir un nivel alto (y tiene que ser más alto que el nivel de inglés o de español de tu interlocutor árabe o chino) requiere mucha dedicación. En España el nivel de inglés es todavía muy bajo y eso que estamos hablando de un idioma con una gramática sencilla, un alto porcentaje de vocabulario de raíz latina (por lo tanto, fácilmente comprensible para un español) y - y esto es un punto muy importante - un alfabeto idéntico al de castellano. El árabe, el ruso y el chino presentan más dificultades - porque el vocabulario no resulta familiar, porque las estructuras pueden ser muy diferentes, porque hay que aprender nuevos caracteres antes de poder leer, y porque a lo mejor habrá que asimilar conceptos que nos resultan ajenos. Por ejemplo en chino la tonalidad de un solo sonido (una pronunciación más o menos aguda) puede cambiar el significado de la palabra.
Por último habrá que pensar en las oportunidades para aprender y practicar uno de estos idiomas. Si comparamos con el inglés, o incluso con el francés, el alemán o el italiano, son más bien escasas en este momento. No puedo comentar sobre la forma de enseñar - seguro que habrá centros y profesores muy buenos y muy malos, como en todo - pero es cierto que para la enseñanza y el aprendizaje de inglés se ha desarrollado una infraestructura importantísima en los últimos años, desde cursos de formación de profesores, pasando por la publicación de libros, vídeos, cintas (ahora Cds) y programas de multimedia. Hay centros para aprender inglés en cualquier barrio y las posibilidades de practicar, con revistas y periódicos, leyendo información en libros o en páginas web, poniendo la televisión o sintonizando canales de radio a través de Internet son prácticamente ilimitadas. El francés o el alemán no ofrecen el mismo abanico de posibilidades, y la demanda de los idiomas "exóticos” tendría que aumentar considerablemente para que pudiera existir una oferta parecida en ruso, árabe o chino.
En resumidas cuentas, si tu objetivo es trabajo, has identificado un nicho donde puedes rentabilizar tus conocimientos, y estás dispuesto a llegar hasta el final en términos de conseguir un buen nivel, ¡a por ello! Tendrás el éxito prácticamente garantizado. Si no, tu primer objetivo es el dominio de inglés y luego ver qué otros idiomas conviene aprender. Pero si buscas otro tipo de beneficio más personal, no lo dudes. Entrar en contacto con otra cultura a través del idioma, conocer el país y sus gentes siendo capaz de entender y expresarte - aunque de forma limitada - en su lengua, es una de las satisfacciones más grandes que pueda existir. Y no todo en este mundo se tiene que hacer por motivos exclusivamente pragmáticos.
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