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Orientación Laboral

Competencias transversales mejor valoradas en el mercado laboral

¿Cuáles son las competencias transversales mejor valoradas?

Existen una serie de competencias transversales, también llamadas soft skills, que se consideran esenciales en muchos sectores de actividad y lugares de trabajo y, lo que es más relevante, están en sincronía con las nuevas necesidades y el nuevo panorama laboral. A continuación encontrarás algunas de las más importantes.

  • Adaptabilidad: habilidad para trabajar eficazmente en situaciones diversas y con diferentes personas, acomodándose a los cambios que proponga la organización y asumiendo roles y funciones que no son las que desempeñamos habitualmente. Conlleva la capacidad de modificar los propios planteamientos ante nuevas informaciones y de reaccionar positivamente ante imprevistos.
  • Autonomía: capacidad de realizar una tarea de forma independiente, ejecutándola de principio a fin, sin necesidad de recibir ninguna ayuda o apoyo. Esta capacidad de trabajar de forma autónoma no quiere decir, no obstante, que en ciertas etapas o tareas concretas el profesional no pueda ser asesorado.
  • Competencia digital: habilidad para emplear todos los medios tecnológicos que están al alcance de cada uno y adaptarse de manera dinámica a entornos tecnológicos cambiantes. La destreza en el uso de aplicaciones de ofimática, el dominio en la gestión de redes sociales o los conocimientos de SEO (posicionamiento en buscadores) son algunos de los aspectos que engloba esta capacidad.
  • Habilidad comunicativa: capacidad de transmitir de manera clara y sin ambigüedades nuestras ideas y propuestas, creando al mismo tiempo un clima que anime al interlocutor a realizar sus propias sugerencias. Mantener una escucha activa, fundamentar el discurso, expresarse con respeto y tener en cuenta a los oyentes son algunas de las estrategias que garantizan una buena comunicación.
  • Iniciativa: disposición proactiva para tomar decisiones sobre propuestas o acciones. Si estas propuestas van en la línea de mejorar el proceso productivo, el servicio a los clientes o el producto, podríamos estar ya hablando de la capacidad de creatividad e innovación.
  • Inteligencia emocional: habilidad de autocontrol y gestión de las propias emociones y, a un nivel de dominio más elevado, en la capacidad para percibir, interpretar y canalizar las emociones de los demás mediante la empatía y la habilidad para gestionar conflictos. Los líderes con inteligencia emocional son capaces de favorecer el bienestar en el entorno laboral, lo que en última instancia repercute positivamente en el rendimiento y la productividad del equipo.
  • Liderazgo: capacidad de coordinar un equipo de trabajo de manera eficaz, contribuyendo a la consecución de los objetivos establecidos y promoviendo el mayor rendimiento posible de cada miembro del equipo, al mismo tiempo que se favorece un clima de trabajo colaborativo y agradable. La persona con capacidad de liderazgo asume su rol de coordinador con comodidad, se preocupa por motivar a su equipo y sabe delegar cuando es necesario.
  • Orientación al logro: competencia que hace referencia a la preocupación por la calidad y por mejorar el propio desempeño. La persona orientada al logro trabaja teniendo siempre en cuenta los objetivos empresariales, establece estándares para evaluar la ejecución de las propias tareas y se esfuerza por optimizar recursos y reducir tiempos.
  • Pensamiento crítico: capacidad de análisis y evaluación de los datos y hechos de forma precisa y razonada, evitando sesgos particulares y elaborando un punto de vista propio basado en la verificación de la información. El pensamiento crítico parte del cuestionamiento de la realidad, busca la objetividad, permite asociar la información con su significado a un nivel profundo e incluye la capacidad de autocrítica.
  • Planificación y organización: disposición y habilidad para crear las condiciones adecuadas de utilización de los recursos humanos o materiales existentes para trazar líneas de actuación que permitan alcanzar los objetivos establecidos con la máxima eficiencia y eficacia.
  • Resolución de problemas: capacidad para enfrentarse y dar respuesta a una situación determinada mediante la organización y/o aplicación de una estrategia o secuencia operativa (identificación del problema, diagnóstico, formulación de soluciones y evaluación) definida o no para encontrar la solución.
  • Trabajo en equipo: habilidad para colaborar de manera coordinada en la tarea realizada conjuntamente por un equipo de personas para conseguir un objetivo propuesto. Participar como miembro integrado en un grupo con actitud cooperativa es una competencia muy valorada por las empresas.