La calidad de un sistema educativo está basada en la variedad de opciones formativas que este disponga para cualquier persona que se quiera formar. Aparte de los itinerarios educativos convencionales, existe la modalidad de Certificados de Profesionalidad. Dicha formación supone una acreditación oficial de las cualificaciones profesionales del Catálogo Nacional de Cualificaciones Profesionales (CNCP). De esta manera, los Servicios Públicos de Empleo Estatal y los órganos competentes de las comunidades autónomas, así como el Ministerio de Educación y Formación Profesional, a través de convenios en centros formativos, expiden estas formaciones para el desarrollo de una actividad laboral.
El objetivo principal de estas formaciones que es dar respuesta a las necesidades de formación y acreditación de competencias profesionales de la ciudadanía. La formación de los Certificados de Profesionalidad se plantea como una alternativa que, basada en la competitividad y la movilidad laboral, mejora de empleo e inserción laboral, genera un perfil profesional de carácter oficial y válido en todo el territorio nacional para desempeñar una actividad laboral específica.
Los Certificados de Profesionalidad están enfocados a personas con perfiles profesionales y académicos de muy diversa índole. De hecho, se debe tener en cuenta que, según el Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza, en 2021, el 36% de la población española de entre 25 y 64 años no tiene estudios posobligatorios.
Por tanto, resulta un recurso útil para la acreditación de competencias de la población con bajo nivel educativo y socioeconómico, ya que podrían demostrar así las capacidades desempeñadas en ciertas ocupaciones a empresas para poder acreditar las competencias técnicas con el objetivo de desempeñar funciones o actividades laborales específicas.
Es interesante conocer que existe la posibilidad de obtener la convalidación de los módulos asociados a las unidades de competencias que conforman dicho certificado a través de las enseñanzas cursadas en el sistema educativo. Sin embargo, en base al estudio del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza, solo el 9,2% de los recién titulados de FP y el 6,9% de los universitarios han cursado al menos un certificado de profesionalidad.
Por tanto, con las ventajas que los Certificados de Profesionalidad generan al tejido productivo, al tener más personal cualificado en labores específicas dentro del mundo laboral y el mayor porcentaje de mejora de empleo, estas formaciones pueden suscitar más interés si se ofrecen en variedad de modalidades: presencial y a distancia.
Debido a la pandemia, y a distintas motivaciones personales, se ha ampliado la demanda de cursos online relativos a los Certificados, sin embargo, no es suficiente porque esta vía formativa no está considerablemente publicitada ni generalizada en la sociedad.
El objetivo principal de estas formaciones que es dar respuesta a las necesidades de formación y acreditación de competencias profesionales de la ciudadanía. La formación de los Certificados de Profesionalidad se plantea como una alternativa que, basada en la competitividad y la movilidad laboral, mejora de empleo e inserción laboral, genera un perfil profesional de carácter oficial y válido en todo el territorio nacional para desempeñar una actividad laboral específica.
Los Certificados de Profesionalidad están enfocados a personas con perfiles profesionales y académicos de muy diversa índole. De hecho, se debe tener en cuenta que, según el Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza, en 2021, el 36% de la población española de entre 25 y 64 años no tiene estudios posobligatorios.
Por tanto, resulta un recurso útil para la acreditación de competencias de la población con bajo nivel educativo y socioeconómico, ya que podrían demostrar así las capacidades desempeñadas en ciertas ocupaciones a empresas para poder acreditar las competencias técnicas con el objetivo de desempeñar funciones o actividades laborales específicas.
Es interesante conocer que existe la posibilidad de obtener la convalidación de los módulos asociados a las unidades de competencias que conforman dicho certificado a través de las enseñanzas cursadas en el sistema educativo. Sin embargo, en base al estudio del Observatorio de la Formación Profesional de CaixaBank Dualiza, solo el 9,2% de los recién titulados de FP y el 6,9% de los universitarios han cursado al menos un certificado de profesionalidad.
Por tanto, con las ventajas que los Certificados de Profesionalidad generan al tejido productivo, al tener más personal cualificado en labores específicas dentro del mundo laboral y el mayor porcentaje de mejora de empleo, estas formaciones pueden suscitar más interés si se ofrecen en variedad de modalidades: presencial y a distancia.
Debido a la pandemia, y a distintas motivaciones personales, se ha ampliado la demanda de cursos online relativos a los Certificados, sin embargo, no es suficiente porque esta vía formativa no está considerablemente publicitada ni generalizada en la sociedad.