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Daniel José Angulo Chover, Coordinador TIC de la Escuela Profesional Javeriana (Madrid)
¿Las TIC deben adaptarse a la metodología y actividades programadas? ¿O por el contrario es necesario reconducir la clase en función de las TIC disponibles? Esta es LA PREGUNTA desde el principio de los tiempos de la convivencia de la TIC con las labores docente.

Para contestarla me voy a permitir dar una serie de datos que, considero relevantes, a la hora de entender en qué momento histórico nos encontramos.

1. La Era de la sobreinformación:

La velocidad en los cambios tecnológicos es asombrosa, según nos relata Area Moreira, en su "Introducción a la tecnología educativa" (2009):

"Se necesitaron 38 años para que la radio llegase a 50 millones de personas y 13 años para que la televisión hiciera otro tanto, pero el mismo número de personas se incorporó a internet en sólo cuatro años"

Y dentro del mismo Internet la generación de contenidos es impresionante, sólo un ejemplo, estas son algunas de las cosas que ocurre en Internet cada 60 segundos(datos de qmee.com):
  • Se realizan 2 millones de búsquedas en Google
  • Se suben 72 horas de vídeo  Youtube
  • Se mandan 204 millones de correos electrónicos
  • Se suben 20 millones de fotos a Flickr
  • Se  mandan 278.000 tuits
  • Se registran 70 nuevos dominios
  • Etc, etc
En resumen, estamos recibiendo continuamente un bombardeo de datos, tanto por la pantalla del ordenador como por los dispositivos móviles (tabletas y teléfonos inteligentes), estos últimos con mayor penetración, si cabe, en los tramos de edad de algunas de las etapas del sistema educativo.

El ciudadano del siglo XXI va a tener que aprender a valorar toda esa información que le llega y discriminar lo bueno de lo malo, y al tener tantísimos datos abundan las dos partes.

Y, como docentes, no podemos darle la espalda a esa necesidad de formación que nos demanda la sociedad, aunque, muchas veces, nos encontremos un poco incómodos y con desventaja, en algunas cosas, con respecto a nuestros/as alumnos/as dado que ya todos son nativos digitales y, para nosotros, es algo que nos ha revolucionado totalmente nuestra manera de plantearnos la realidad que vivimos.

2. El momento de las competencias profesionales

En este momento, me atrevo a afirmar que, en educación, existe el consenso de la evaluación por competencias y, dichas competencias son:
  • Competencia en comunicación lingüística.
  • Competencia matemática.
  • Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico.
  • Tratamiento de la información y competencia digital.
  • Competencia social y ciudadana.
  • Competencia cultural y artística.
  • Competencia para aprender a aprender.
  • Autonomía e iniciativa personal.
Estas competencias se encuentran muy relacionadas con los últimos párrafos del punto anterior.

Es obvio que la competencia digital pasa por las TIC en las aulas, pero, sin olvidar, que las TIC son una herramienta y no un fin.

EL tratamiento de la información, es imposible separarlo de toda esa generación de datos, comentado en el punto anterior, que es Internet.

¿Qué decir de aprender a aprender? Todas la TIC es un aprendizaje continuo, primero con la llegada de los ordenadores, Internet y, con ello, redes sociales y un sinfín de retos a los que enfrentarse a diario.

Dichos retos no podemos, como docentes, explicarlos todos porque son infinitos, pero sí que podemos dotar de autonomía suficiente al alumno para que pueda abordarlos con éxito.

La competencia social y ciudadana, Internet es un sitio fantástico para desarrollar estos conceptos, ya que estamos hablando de la "Aldea Global"  donde, algunos románticos seguimos creyendo, se comparte la información con libertad con el único objetivo de la transmisión de los conocimientos.

Cuando hablamos de Autonomía e iniciativa personal, tiene un fiel reflejo en el concepto que usamos en las TIC de PLE (Personal Learning Environment).

Este idea (En castellano, Entorno de Aprendizaje Personal) hace referencia a todas las iniciativas que tiene que tomar el individuo, a título personal, para mantenerse actualizado y estar al tanto de las nuevas tendencias.

Este PLE, se construye a base de tiempo y de una búsqueda estructurada de información  en redes sociales y otras fuentes y, después, compartiéndola con otros usuarios por diferentes caminos (Blogs, redes sociales, publicaciones digitales, etc)

3. Una posible respuesta a la pregunta inicial

En las líneas anteriores he intentado hacer una reflexión sobre algunos de los estímulos que reciben nuestros alumnos y que, multiplicado por diez, recibirán a lo largo de su vida y lo he enfrentado a nuestro mundo académico con, la ya famosas, competencias básicas que, se supone, tenemos que asegurarnos desde las aulas que el alumno las adquiere a lo largo de su estancia en nuestros centros.

Dichas competencias, simplificando al máximo, se puede decir que es "saber desenvolverse con soltura en las situaciones cotidianas y tener capacidad para hacer frente a los obstáculos que puedan aparecer día a día"

La cuestión es que para una generación de nativos digitales  que desarrollarán su actividad profesional alrededor del año 2040 (hablo de los alumnos que se encuentran en estos momentos 1º de infantil y culminen un grado) su día a día se va a llamar tecnología.

Como dice Richard Gerver, "tenemos que adaptar la enseñanza a las nuevas realidades" y esa "nueva realidad" pasa inexcusablemente por tener unas destrezas digitales y estar familiarizados, no tanto con la tecnología actual, como con la capacidad de desaprender continuamente lo aprendido, tanto a nivel tecnológico como de procesos.

Con todo lo argumentado con anterioridad, me atrevo a decir, con rotundidad, que, sin lugar a duda, las clases se tienen que reconducir en función de las TIC disponibles, pero, sin perder de vista, que las Nuevas Tecnologías van a jugar un papel de actor secundario porque son una mera herramienta, imprescindible, pero una herramienta.

No tenemos que cegarnos por lo espectacular de algunas de las aplicaciones que nos ofrece el mercado, y ver cuáles son realmente útiles para nuestro cometido.

Para finalizar mi pequeña aportación sólo quiero recordar lo que dicho con anterioridad con una serie de preguntas:

¿Cómo puede ser lógico ignorar las TIC en las clases de unos alumnos que su vida profesional se va a desarrollar a partir de de 2040?

¿Alguien puede imaginar cómo será el mundo entonces?

¿Los estaríamos preparando correctamente para esa sociedad?
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