Partiendo de este supuesto, y durante los últimos dos años, el proyecto GLAS (Gender, Lifelong Learning and Social Class) –una colaboración de universidades y entidades de la UE– ha comparado, ha desarrollado y ha diseminado las buenas prácticas relacionadas con el apoyo a la inclusión social y a la progresión de los individuos de clases sociales desfavorecidas, especialmente mujeres, en el aprendizaje a lo largo de la vida.
Procesos y estrategias para mejorar el acceso al aprendizaje permanente
Los sectores de la educación superior y la formación profesional superior disponen de procesos y estrategias que pueden fortalecer el aprendizaje a lo largo de la vida si se aplican de forma creativa. El proyecto GLAS se ha dedicado a analizarlos y a comparar su desarrollo en los diferentes países del consorcio.
Los procesos existentes son:
- Acreditación de aprendizajes previos (AAP). Es una forma de reconocer y acreditar formalmente los aprendizajes o las experiencias previos del individuo.
- Aprendizaje basado en el trabajo (ABT). Se refiere al aprendizaje que se lleva a cabo al puesto de trabajo o a través de él.
- Desarrollo profesional continuo. Se trata de cómo las empresas y las instituciones ayudan a sus empleados a mantenerse al día sobre los procesos y las prácticas actuales.
- Incremento de la participación y de la movilidad social. El primero tiene que ver con la mejora de la presencia de los colectivos poco representados en la educación superior, mientras que el segundo hace referencia a la movilidad –ascendente– de los individuos con respecto a su posición social.
- Territorio y compromiso social. Se trata de la colaboración y el diálogo entre las instituciones de educación superior y el entorno para el beneficio mutuo.
Trabajar en un periodo inestable y con horizontes de futuro inciertos
Durante el periodo de trabajo, el proyecto GLAS ha topado con la aguda recesión económica que vive Europa y que afecta sobre todo a los individuos con más carencias educativas. En el Estado español, el crecimiento del paro ha repercutido de forma más cruda en las personas que tienen una baja cualificación, las cuales se enfrentan ahora a grandes dificultades para reincorporarse al mercado laboral.
Además de las consecuencias para trabajadores y estudiantes, durante este tiempo, las medidas de austeridad que se han aplicado en todos los países del consorcio también han afectado a la educación superior en varios aspectos. En nuestro caso, los recortes presupuestarios del sector público han centrado la actualidad universitaria de los últimos años. En el Reino Unido se ha llevado a cabo una reforma importante del sistema de tasas y préstamos universitarios que ha elevado, hasta 9.000 libras anuales, el precio de algunas matrículas. En los Países Bajos, el principal perjudicado de las políticas de austeridad ha sido precisamente el aprendizaje a lo largo de la vida, puesto que el gobierno se repiensa la financiación para facilitar los estudios a tiempo parcial, y dicho aprendizaje empieza a verse como una responsabilidad individual del trabajador y no del gobierno.
¿Qué podemos aprender de los socios europeos?
El funcionamiento de la educación superior en relación con el aprendizaje a lo largo de la vida mantiene diferencias entre países, y es aquí donde hay espacio para el aprendizaje transnacional, de manera que pueden repensarse y adaptar buenas prácticas y experiencias de éxito de otros países.
Niveles educativos, compartimentos estancos
Una de las conclusiones que pone más de relieve el proyecto es la diferencia en cuanto a la distribución de niveles educativos entre estados. La peculiaridad del Estado español es que hay una gran cantidad de titulados superiores y personas con baja cualificación, mientras que las cualificaciones medias disponen de muy pocos profesionales. Además, si se compara con los países socios, destacan, por un lado, la gran distancia que separa el ámbito universitario del de la formación profesional, y, por otro, la dificultad para que dichos ámbitos colaboren. Esta colaboración es fundamental para afrontar los retos educativos del país de forma conjunta.
La flexibilidad, clave para acceder al aprendizaje permanente
Uno de los aspectos de nuestro sistema de educación superior que ha quedado claro en esta colaboración, sobre todo si se compara con el resto de los países socios, ha sido la falta de flexibilidad en el acceso a los estudios y a la hora de realizarlos. No todas las buenas prácticas son aplicables –en el Reino Unido, las universidades tienen autonomía para determinar el acceso y en los Países Bajos los sistemas de admisión son más similares al nuestro–, pero es evidente que hay una serie de lecciones que pueden rescatarse para emplear en el Estado español. Un buen ejemplo es la organización modular de los estudios, ya que permite a los estudiantes no tradicionales cursarlos a base de módulos acumulables, en vez de emprender una titulación que puede durar años y que no tiene valor si no se acaba. Y otro es la posibilidad de acreditar aprendizajes previos para demostrar determinadas competencias, de manera que se pueda acceder al nivel de estudios correspondiente, una práctica muy desarrollada por los socios de la Universidad de Zuyd.
¿Dónde se encuentran las mujeres en cuanto al aprendizaje a lo largo de la vida?
Una de las conclusiones que se extraen del proyecto es que la variable del género no puede observarse de forma aislada, sino que hay que prestar atención a otros aspectos. Por ejemplo, el principal obstáculo de las mujeres para participar en actividades de aprendizaje a lo largo de la vida siguen siendo las responsabilidades familiares –casi el doble que en el caso de los hombres–, pero esta dificultad no existe en los estudiantes tradicionales, porque, para la mayoría de ellos, la familia aún no supone una responsabilidad. En una época en la que más de la mitad de la población universitaria en el Estado español está formada por mujeres, hay que centrar el interés en otras cuestiones, además del acceso mayoritario a la universidad: por ejemplo, en la discriminación horizontal, que hace que las mujeres tengan poca presencia en carreras de prestigio y con más proyección en el mundo laboral y, por consecuencia, formen parte de ámbitos menos prestigiosos, los cuales incluyen profesiones más mal pagadas. Las políticas de conciliación, que pueden verse perjudicadas por el contexto de crisis económica, pueden afectar especialmente a las mujeres que participan en actividades de aprendizaje a lo largo de la vida.
Por tanto, para mejorar la situación de la mujer en el mercado laboral y en la educación, hay que ir más allá y diseñar políticas más específicas y acciones más dirigidas.
¿Quién está detrás del proyecto GLAS?
Gracias al apoyo de la Comisión Europea, el proyecto está financiado por la Agencia Ejecutiva de Educación, Audiovisual y Cultura (EACEA). El consorcio del proyecto GLAS está formado por tres universidades y una ONG:
Linking London. Con sede en Birkbeck College, Linking London es una red de socios educativos, centrada en el aprendizaje a lo largo de la vida, que incluye desde pequeñas organizaciones dedicadas a la educación de adultos hasta grandes institutos polivalentes y de formación profesional, universidades de investigación intensiva de gran prestigio, instituciones de acreditación, organizaciones profesionales y sindicatos.
Universitat Rovira i Virgili (URV). Es una de las universidades líderes en investigación y docencia en Catalunya. Tiene un compromiso firme con el aprendizaje permanente y con la internacionalización de la investigación.
Zuyd, University of Applied Sciences. Esta universidad de ciencias aplicadas está situada en la provincia de Limburgo, en la parte más meridional de los Países Bajos. Aporta al proyecto GLAS su enfoque estratégico y la experiencia en varios proyectos en el área del aprendizaje permanente, sobre todo en cuanto a la acreditación de aprendizaje previo.
ECHO. Se trata de un centro experto en políticas de diversidad que trabaja en la implementación y la ejecución de políticas de diversidad en oficinas de educación, oficinas gubernamentales y empresas mediante la formación, la consultoría y la gestión de proyectos.
Institución colaboradora: Universidade Aberta (UAb). Es la institución líder y pionera en la formación en educación superior a distancia en Portugal.