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La vida es un continuo aprendizaje
Artículo de opinión
En la premisa "renovarse o morir", la opción nos queda es renovarse.
Antes el docente o formador era el que todo lo sabía y el que sabía más que nadie, y sus conocimientos estaban por encima de todo. Hoy esos conocimientos quedan obsoletos en muy poco tiempo. El que enseña no es el que más sabe en conocimientos, hay mucha información por ahí, y mucho alumno-listo suelto.
No creo que el aprendizaje personalizado sea lo más oportuno, si el método de aprendizaje/enseñanza va a ser el mismo, salvo que a otro ritmo. Con estrategias de dedicar más o menos tiempo a ciertas materias, o más o menos tiempo a ciertos alumnos según sus capacidades. Creo que hay que cambiar el método, el que enseña, además de los conocimientos, debe guiar en el camino de adquirir esos conocimientos, el modo, la manera.
Cuando era pequeña, hacer un trabajo sobre Lope de Vega, consistía en copiar páginas y páginas de la enciclopedia (que nos había vendido previamente el vendedor de enciclopedias llamando casa por casa) acerca de la vida y obras de este escritor. Lo hacíamos a mano, bien es cierto, y elegíamos al que tenía mejor letra del equipo, y los profesores no se quejaban por la letra de mosquito o de elefante; la de elefante era la más utilizada para ocupar más folios. Hoy la tecnología te permite hacer un "corta y pega", con la diferencia de que hoy por hoy te suspenden si haces eso, y además los profesores se bajan programas para detectar estas acciones, como si fuese un delito hacerlo, teniendo en cuenta que la letra del ordenador es mucho más legible que la manuscrita, y que el trabajo lo puede desarrollar cada uno del grupo, no sé por qué se quejan los docentes del "corta y pega". Que quiero decir con esto, que se nos educaba para trabajar por cuenta ajena, es decir, para ser empleado privado o funcionario, que es la aspiración de la mayoría de los estudiantes. No se fomentaba ni se fomenta el autoempleo, la emprendeduría de un negocio, no nos enseñan a crear, a inventar, a imaginar. En este ejemplo consistía en estudiarse de memoria a este tío (con todos mis respetos a Lope de Vega), lo que pasa que previamente lo habías copiado en muchos folios.
Recuerdo en las series americanas que siempre salían los pobres adolescentes con la preocupación de realizar su "proyecto de ciencias". ¿Por qué tanta preocupación? ¿Acaso no lo copiaban de su enciclopedia? ¡Ah, no! Es que tenían que inventar algo, hacer un proyecto (como dice la propia palabra), y tenían que estrujarse las neuronas para ver qué iban a presentar ante su clase como algo innovador y diferente, y encima argumentarlo, porque ése era otro de los problemas, hablar en clase, hablar en público. Así, andamos finos en España para salir al mercado laboral en el futuro.
Y los americanos han ido por delante de nosotros en muchas cosas. Quizá ésta sea una de ellas.
Si para hacer el trabajo de Lope de Vega, nos hicieran, por grupos, diseñar los trajes de sus obras y los escenarios para una supuesta representación de teatro, está claro que este proyecto nos obligaría a leer una de sus obras (la que nos hubiera tocado), para saber qué personajes intervienen, qué escenas suceden, el argumento de la obra, en qué época se desarrolla, etc. Está claro que para diseñar los vestidos y los escenarios, utilizaremos las TIC, pero para un alumno de hoy día creo que es más interesante estudiar a Lope de Vega de este modo, y no de memoria como se hacía antaño, y desgraciadamente también en la actualidad. Además se le estaría obligando a crear e inventar algo.
La pregunta es ¿fracaso y éxito escolar en la vida o para el mundo laboral?. Es decir, ¿se forma a los niños simplemente para la vida, en cultura general, o para incorporarse, tarde o temprano, en el mundo laboral?
O formulada la pregunta de otra manera, ¿los estudiantes son fracasados en general, o cuando van al mundo laboral nos damos cuenta de que no saben hacer la "o" con un canuto?
¿Para qué nos preparan, para la vida o para el trabajo?. Sea como sea, tarde o temprano se entiende que tendrás que ver una nómina (no vas a vivir del aire), aunque realices un trabajo no cualificado. Pues al menos podrían enseñar los conceptos de una nómina, para que después de 20 años trabajados, no vayas al Inem a cobrar el paro o a la Seguridad Social a cobrar tu jubilación y te digan que tu sueldo base era una castaña, que el resto han sido "suplementos". Eso no te lo enseña nadie, te lo enseña la experiencia de la vida o laboral cuando ya "te la han metido".
¿O porqué no nos enseñan primeros auxilios? Eso viene muy bien en cualquier entorno.
¿O porqué no nos enseñan o fomentan el trabajo en equipo, el cumplimiento de objetivos, el liderazgo, el don de gentes, capacidad de toma de decisiones y todos esos "valores" o "capacidades" que exigen en muchos trabajos?
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La clave está en cambiar los métodos y la forma, innovar, crear e imaginar en la enseñanza. Enseñar al alumno, no los conocimientos, que siempre están ahí y son los que son, hay que enseñar al alumno a aprender él solo, a formarse él solo, a que sepa buscar, a que sepa entender, analizar, descifrar, sacar sus propias conclusiones, a elaborar su propia crítica.
Porque la vida y el trabajo, son un aprendizaje contínuo del día a día, donde nunca dejamos de aprender cosas nuevas. No hay tope, siempre estamos formándonos y reciclándonos. Los conocimientos van cambiando, se descubren nuevas fórmulas, nuevas teorías…
Enseñamos a los alumnos una programación con un calendario, unos temas y unos objetivos. Vale, y una vez cumplidos, ¿qué?. Ahí se queda el alumno con su título y que se apañe. Hay que formar pensando en el futuro, en el "más allá" de ese curso, ciclo, carrera, master, doctorado o lo que sea.
Solo así evitaremos el fracaso escolar y el fracaso en la vida, y puede que los alumnos no consigan el éxito, pero les habremos enseñado a luchar por él.
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