¿Qué es la corresponsabilidad?
La "corresponsabilidad" entre padres/madres y docentes es la clave en el escenario de la comunidad educativa, máxima expresión en la que queremos que confluyan todos los esfuerzos para lograr mejorar sustancialmente el éxito educativo, éxito social, y el ser y saber convivir como ciudadanos de nuestros hijos y alumnos.
Una herramienta fundamental para lograr esta "corresponsabilidad" son las escuelas de formación de padres/madres y cuya finalidad es clara: la puesta en común entre iguales de experiencias recíprocas, de conocimientos que tengan relación con la educación de nuestros hijos y la voluntad de aprender a participar. En definitiva, transmitir conocimientos y valores para educar con eficacia entre todos y todas.
Las AMPA con la principal conexión entre familia y escuela
Las AMPA principalmente son las encargadas de organizar y dispensar esta formación a las familias para adquirir conocimientos, maneras de actuar, de conversar y de mediar con sus hijos. Pero esta formación tan importante que se da en las AMPA, tiene un handicap muy importante y es que no encuentra los foros a los que tiene que llegar y no siempre llega a las familias que más lo necesitan.
Por esa razón, no nos basta con organizar jornadas de formación dirigidas sólo a las familias, tenemos de organizar talleres o actividades conjuntas con sus hijos. Este es, a mi entender, uno de los pilares básicos para encontrar esta implicación de los más desfavorecidos y de las familias con un nivel socioeconómico más desfavorable. Son precisamente aquellas que necesitan de una intervención de las administraciones, de la ayuda de los equipos docentes y de las AMPA en ese acompañamiento familiar.
El crear un buen ambiente escolar, el estar implicados padres/madres, docentes y comunidad educativa, hace que todo sea mucho más fácil y se busquen alternativas para que todas las familias del centro estén bien atendidas incluyendo recursos propios, ajenos, como por ejemplo, expertos en diferentes problemáticas, salidas culturales, lúdicas etc.
Hay una conciencia cada vez más extendida que nos dice...
Donde hay implicación de las familias en el centro educativo, surge un buen centro
Esta máxima es una realidad que se constata en el día a día.También lo confirman los estudios realizados en territorios equivalentes y así lo reflejan sus resultados.
En el curso de estos 10 últimos años la figura de la formación que se ofrece a las familias en las AMPA cada vez adquiere más importancia y va más ligada a la llegada de esos flujos de familias de reciente incorporación a nuestro sistema educativo.
Esta formación va encaminada a las familias autóctonas para saber cómo hemos de acoger a esos padres y madres recién llegados para lograr su incorporación e integración plena en nuestra sociedad. Esto hace que nos replanteemos parte de nuestra formación, porque la necesidad nos obliga. Y eso es bueno, muy bueno.
Porque esta situación nos mantiene en alerta, hace que estemos expectantes y nos tengamos que entender. Todas estas circunstancias hacen que tengamos una buena formación social, de relación con toda la comunidad, de implicación con la realidad que nos rodea.
Aquí coincidimos con la pregunta que se nos hace; definitivamente SÍ, las escuelas de formación de padres y madres favorecen una mayor implicación de las familias en el entorno educativo de sus hijos e hijas.